Una 'transformación espiritual' para salvar el catalán
"No todo el mundo tiene la fortaleza mental necesaria para emprender esta misión"
La solución para salvar el catalán pasa por una “transformación espiritual”, esto es lo que ha propuesto la columnista de opinión de El Nacional Meritxell R Lavall. Ahora bien, este no es el único de los pintorescos consejos que ofrece para hacer frente al momento “extremadamente crítico” que vive el idioma. “Sobre todo en las Islas Baleares, en la Comunidad Valenciana y en la capital de Catalunya”, matiza.
En esencia, las propuestas planteadas se reducen a no hablar en español bajo ninguna circunstancia. Ante las plausibles dificultades que esta actitud pueda acarrerar, la opinadora aconseja imaginarse que “solo sabéis hablar en catalán”. Aunque pueda no ser el caso, ni propio ni ajeno.
Además de ser monolingües militantes, una dimensión fundamental de esta transformación consiste en exigir a cualquier comercio que atiendan en catalán. Nuevamente, Lavall apela a la imaginación e invita a desplegar esta actitud “con autoestima, como si tuvierais un país detrás de vosotros que os apoya”. En el caso de presentarse algún problema, la solución consistiría en “pedir la hoja de reclamaciones en todos los locales donde no os hayan querido atender en catalán”.
El papel de los empresarios en la ‘transformación espiritual’
Lavall advierte de que “no todo el mundo tiene la fortaleza mental necesaria para emprender esta misión”. Pero si se dispone de esta fortaleza mental, la “misión” de los empresarios sería la de desarrollar toda su actividad en catalán. En cualquier caso, la autora insiste en que “tenéis que estar muy preparados psicológicamente para hacer este cambio”.
Si - otra vez - se diera la eventualidad de que esta estrategia de negocio presenta efectos prácticos negativos, tampoco habría que preocuparse en exceso. Porque, a cambio, “empezaréis a notar que vuestra autoestima lingüística empieza a mejorar y que ya no hay nada que os pueda parar”.
Superar el Síndrome de Estocolmo de hablar en español
Así pues, la estricta observancia de estos consejos conduciría a la “transformación espiritual”. Consistente en percatarse de que “habéis estado viviendo atrapados durante años en un síndrome de Estocolmo que os hacía bajar la cabeza cada vez que alguien os hablaba en castellano”. En suma, hablar catalán dejando al margen a la realidad.
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