Montaje de fotos de Toni Soler y, de fondo, una imagen de las instalaciones de TV3

OPINIÓN

Toni Soler, el ‘caixa cobri’ de TV3

Toni Soler sabe cuál es el mensaje que los partidos independentistas desean difundir y lo hace cobrando una millonada

Que Toni Soler tiene un chollo en TV3 es algo sobradamente conocido. Tanto, que ha sido uno de los principales protagonistas de los tres libros que he dedicado a la Televisión de la Generalitat. Desde que comenzó a darle a la máquina registradora gracias a la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals el dueño de Minoría Absoluta ha facturado cerca de ciento veinte millones de euros a las arcas públicas. Pero reconozco que me asombró leer en Crónica Global que el 90% de los ingresos de esta productora en 2022 provienen de TV3.

Según las cuentas anuales que la productora de Soler ha depositado en el Registro Mercantil el año pasado facturó 6,8 millones, un 4% más que el año anterior, con el monocultivo de ingresos alrededor de la Televisión de la Generalitat. Y este año va por el mismo camino, a falta de cerrar este ejercicio ya lleva 6,2 millones.

Así no es de extrañar su absoluto servilismo con los intereses de los partidos independentistas, de los que es el bufón favorito. Sus programas estrella, el Polònia y el Està passant, han sido dos de los instrumentos preferidos del secesionismo mediático para denigrar todo lo que huela a España.

Fotomontaje con un fondo del exterior de los estudios de TV3 y Toni Soler al frente medio sonriendo

Desde que en noviembre de 2017 Óscar Andreu soltó en el Està passant que “la marca España lleva exportando mierda y destrucción desde 1540” hasta que en abril de este año la cómica Judit Martín soltó en el mismo programa, caracterizada como la Virgen del Rocío, que “llevo 200 años sin echar un polvo” o “voy más caliente que el palo de un churrero”, los programas de Toni Soler han sido unas herramientas muy eficaces para promover la hispanofobia entre buena parte de la población catalana.

Así, vemos en sus programas a jueces corruptos y estúpidos; a agentes de la Guardia Civil o la Policía Nacional absolutamente analfabetos y a miembros de la disidencia catalana al independentismo como si todos fueran bandas de ultraderechistas violentos.

No hay institución común a todos los españoles que haya sido continuamente vejada. Y no hablamos de humor, hablamos de algo mucho más siniestro, es denigrar para demostrar que “España” es algo “atrasado” y “casposo” y así promover la desafección de parte de la opinión pública catalana hacia el proyecto común español.

¿Exagero? Otro ejemplo: en el Està passant del 13 de diciembre de 2019 Soler comentó la iluminación navideña del edificio de la Capitanía General en Barcelona, que conformaba la bandera nacional. Y aseguró que “estas luces rojas me traen viejos recuerdos de juventud, de otro tipo de locales con un ambiente no exactamente cuartelario, un ambiente diferente.

Primer plano de Toni Soler, presentador de TV3

Solo faltaría poner un nombre adecuado con un rótulo de neón”. Y añadió: “Novias de la muerte, por ejemplo, ¿por qué no? Y parece que el local ganaría en animación. Que se lo piense el capitán general, o la madame general, si se da el caso”.

Las Fuerzas Armadas democráticas de nuestro país, las que participan en misiones humanitarias en medio mundo y que cuentan con la Unidad Militar de Emergencias como una de las principales herramientas en la lucha contra las catástrofes son comparadas, en la televisión pública catalana, con una casa de citas.

Toni Soler sabe cuál es el mensaje que los partidos independentistas desean difundir y lo hace cobrando una millonada. En una Cataluña con una educación pública de ínfima calidad, y no hace falta ver el informe PISA para darse cuenta, ¿a cuántos profesores se podría haber pagado con las docenas de millones que ha cobrado Soler de la Generalitat? Cerca de ciento veinte millones de euros, hagan cuentas de qué habría sido más útil para el progreso de Cataluña.