El Bayern lo pone en venta y Raphinha se echa a temblar, fichaje top para el Barça

Todo imperio, incluso el más poderoso, está condenado a derrumbarse. Así se ha ido demostrando a lo largo de la historia geopolítica mundial. En 1918, tras el término de la Primera Guerra Mundial, el Reino de Baviera se disolvió; y ahora, 104 años después, ese territorio alemán se enfrenta a una nueva caída.

Esta vez, en el mundo del fútbol. El Bayern de Múnich encadenaba largos años de dominio inexpugnable en el país germano, pero esta temporada parece que eso se ha terminado. A los bávaros sólo les resta la fantasiosa ilusión de la Champions League; si no la vencen, terminarán el año en blanco por primera vez en 12 temporadas.

Eso sí, los muniqueses confían en que esto, si acaba produciéndose, sea un bajón temporal y no una nueva realidad. Sea como sea, lo que tienen claro en los despachos del club es que este verano se producirán muchas modificaciones en su plantilla. Lo de este año no puede repetirse y, por tanto, hay jugadores que abandonarán el Bayern para dejar hueco a nuevos fichajes.

Serge Gnabry, en el mercado

Uno de ellos es, por ejemplo, Serge Gnabry. El atacante de 28 años, que llegó al equipo bávaro en 2018, es uno de los mayores candidatos a cambiar de aires en el próximo mercado. En el Bayern ha dejado de ser tan determinante como antaño y saben que todavía tiene mucho cartel en Europa.

Su valor actual de mercado reside en los 45 millones de euros y con esa pasta, los muniqueses podrían acometer un fichaje que pueda rendir de mejor manera. De hecho, Serge Gnabry ya tiene varias 'novias' detrás. El elenco que parece encabezar la pugna por él es el Tottenham, pero el Barça está también pendiente de su situación.

Su elevado coste es un gran hándicap para los catalanes, pero, aun así, confían en poder negociar con el Bayern y llegar a un acuerdo para traer a Serge Gnabry. Si lo terminan logrando, uno de los grandes afectados sería el hombre de moda en el Barça, Raphinha.

Raphinha, el gran damnificado

A Raphinha le ha costado más de la cuenta convertirse en un jugador diferencial con la carcasa del Barça. Eso sí, lo ha conseguido en uno de los momentos más trascendentales de los últimos años en el Camp Nou. El brasileño mantuvo vivas las ilusiones de los culés en la Champions League con tres goles frente al PSG; dos en la ida y uno en la vuelta.

Y, aunque fue el hombre más destacado en la eliminatoria frente a los parisinos, su futuro en el Barça prende de un hilo. Desde la directiva culé le han visto este último año como una gran fuente de ingresos y su venta forma parte de la hoja de ruta a seguir en verano desde hace meses.

Además, el interés ahora del Barça en Serge Gnabry complica más su continuidad. El alemán puede abarcar la posición de extremo en cualquiera de los dos costados, igual que Raphinha. Por eso, los dos no tienen cabida en la plantilla culé: y Joan Laporta prefiere contar con el del Bayern.