¿Qué comisiones pueden cobrar los bancos a los que firmen una hipoteca?

La contratación de una hipoteca irá acompañada de una serie comisiones. Por lo general, estos gastos se irán abonando a lo largo del préstamo. Por eso, antes de comprar una vivienda conviene conocer los posibles desembolsos a afrontar y así no llevarse ninguna sorpresa.

Las comisiones son aquellos gastos que debe pagar el hipotecado por gestiones y servicios vinculados con ese producto. Es preciso que aparezcan recogidas en el contrato que se firma con el banco y que el cliente disponga de la precisa información.

De hecho, la entidad financiera entregará antes de firmar la escritura de la hipoteca un documento con todos los detalles. Incluso con las comisiones, en lo que supone un ejercicio de transparencia. Recibe el nombre de Ficha Europea de Información Normalizada.

Las comisiones vinculadas a la hipoteca que pueden cobrarte

El banco puede cobrarte comisiones al contratar la hipoteca por una serie de conceptos. Entre los más frecuentes, según el Banco de España, se encuentran los siguientes.

Comisiones de apertura

La primera comisión vinculada con la hipoteca es la de apertura. Incluye los gastos de estudio, gestión y formalización. No es algo que estén cobrando todas las entidades. En cualquier caso, de hacerlo, la cuantía varía entre el 0,5% y el 2% del capital.

Comisión por amortización anticipada total o parcial

También cobrarán una comisión en el momento de cancelar la hipoteca antes de tiempo. Habrá que asumir una cierta cantidad de dinero por saldar la deuda pendiente.

La Ley de Crédito Inmobiliario establece unas limitaciones. En las hipotecas variables no podrá superar el 0,15% durante los cinco primeros años o el 0,25% durante los tres primeros. En el caso de las fijas, el tope queda en el 2% durante los primeros diez años, y a partir del décimo curso en el 1,5%.

Comisión por modificación de condiciones o garantías de hipoteca

Cualquier variación en las condiciones de la hipoteca también acarrearán el pago de comisiones. Por ejemplo, cuando se produzca una reducción del plazo o del tipo de interés. Al tratarse de una novación del plazo de vencimiento y seguir en el mismo banco, la comisión no podrá superar el 0,1% del capital pendiente de amortización.

Comisiones por subrogación

Esta comisión tiene lugar cuando hay un cambio de la hipoteca de una entidad a otra. Las condiciones que se aplican son las mismas que en una cancelación.

Comisiones por subrogación del deudor

La subrogación del deudor se produce cuando hay una modificación del titular de la hipoteca. Ante este cambio, el banco cargará una comisión por los gastos de gestión de las nuevas condiciones, recoge Noticias Trabajo.

Compensación por riesgo de tipo de interés de una hipoteca

El cobro de esta comisión se produce en aquellos préstamos hipotecarios firmados con anterioridad a 2007 que se cancelen anticipadamente. Además de la habitual comisión de cancelación, también habrá que asumir la compensación por riesgo de tipo de interés.

El cliente tendrá que compensar así a la entidad financiera por los intereses que dejará de cobrar por la cancelación del préstamo antes de tiempo. Únicamente se podrá aplicar cuando la operación implique una pérdida para el banco y esté acordada con anterioridad.

Gastos por reclamación de posiciones deudoras

Cuando el cliente deje de abonar las cuotas hipotecarias, la entidad hará las gestiones pertinentes para reclamar el pago. Por estos trámites también se le podrá cobrar al usuario, siempre que aparezca recogido en el contrato.

Comisiones de mantenimiento en cuentas asociadas a la hipoteca

Los bancos solicitan a los clientes que abran una cuenta vinculada a la hipoteca para realizar el abono de las cuotas. Dicha cuenta también supone un gasto en forma de comisiones por mantenimiento. Pero hay una manera de librarse de ellas. Y es que los que hubieran firmado el préstamo hipotecario antes del 29 de abril de 2012 no pagarían nada por ella.