El límite de ingresos que marca la Seguridad Social para quitar la pensión mínima

La Seguridad Social establece una serie de límites para mantener la pensión mínima, también conocida como no contributiva. Esta ayuda está pensada para aquellas personas que no han cotizado lo suficiente, y que por lo tanto no acceden a la pensión ordinaria.

Los ingresos personales influyen de manera importante en la posibilidad de que nos la puedan quitar. Además, cuando el beneficiario reside en un núcleo familiar con más miembros, la situación varía.

La Seguridad Social determina unos umbrales de ingresos en función de la unidad de convivencia. El límite quedaría fijado en 12.326,02 euros al año para el solicitante y su cónyuge. Se ampliaría a 17.401,44 euros cuando haya un demandante, su cónyuge y/o un tercer familiar de segundo grado.

Si el núcleo se compone por un beneficiario, su cónyuge y/o dos parientes más de segundo grado, el máximo se sitúa en 22.476,86 euros. Dentro de este parentesco de segundo grado se encuentran hijos, padres, abuelos, hermanos y nietos.

Puede darse la situación de que convivan con el solicitante de la pensión otras personas con las que no guarda un vínculo familiar. De ocurrir esto, no tendrán la consideración de componentes de la unidad de convivencia y sus ingresos no se tendrán en cuenta para el acceso a la ayuda.

Recuerdan que el objetivo de esta pensión es asegurar una asistencia adecuada a los ciudadanos que no han podido cumplir con las exigencias de cotización de la Seguridad Social.

La Seguridad Social aclara los requisitos para cobrar esta pensión

Para percibir una pensión no contributiva de jubilación, el ciudadano tendrá que cumplir una serie de requisitos. Se le exigirá, en primer lugar, que haya residido en España durante un mínimo de diez años. De ellos, dos deben ser consecutivos e inmediatamente previos a la solicitud.

También repararán en la edad del demandante. Es preciso que cuente con más de 65 años y no rebase los límites de ingresos fijados. Este tope no puede superar los 7.250,60 euros al año, por lo que habrá que ajustar mucho para no quedarse sin la pensión.

El importe mensual de este subsidio se decide en los Presupuestos Generales del Estado. A finales del año pasado se decidió que las pensiones no contributivas se revalorizaran un 6,9%.