¿A partir de cuántos kilómetros es mala idea comprar un coche de segunda mano?

Cada vez más personas se decantan por los vehículos de segunda mano. Suelen ofrecer un buen rendimiento y además resultan económicos en comparación con los nuevos. Sin embargo, para conocer si merece la pena o no comprar un coche usado nos fijaremos en los kilómetros que tenga.

Son muchos los que se preguntan a partir de cuántos kilómetros se puede considerar como excesivo el rodaje de un coche. Sobre todo pensando en los años que durará.

Sin embargo, además de reparar en el kilometraje, también habrá que prestar atención a una serie de factores. En este sentido conviene fijarse si se le ha dado un uso adecuado y excesivo al vehículo. En el caso de un coche con los mismos kilómetros, la elección final debe tomarse en función del historial de mantenimiento. 

A ello se le unen otras cuestiones como los posibles accidentes sufridos y averías. No obstante, al margen de todo esto, hay que destacar que existe un límite en el que un vehículo con 50.000 kilómetros es mejor que otro con 300.000, publica lagradaonline.com.

Fijarse en el uso excesivo o en el desuso

Un vehículo suele rodar de media al año entre 12.000 y 15.000 kilómetros. Cuando sobrepase esta cantidad anual será síntoma de que se le da un uso intensivo. Por lo tanto, precisará de un mantenimiento más regular.

Es probable que un vehículo con más kilómetros nos resulte más económico. Pero también deberá tenerse en cuenta que antes se enfrentará a las habituales revisiones caras, como las pastillas de freno o correas de distribución.

No solo hay que incidir en el kilometraje. La falta de rodaje también puede provocar problemas en el vehículo. A simple vista, un coche con pocos kilómetros nos resultará muy interesante.

Sin embargo, debido al desuso puede haber un deterioro de piezas como las juntas, gomas y retenes. Esto es algo a tener en cuenta antes de comprarlo, ya que el coste de las reparaciones no nos saldrá rentable.

¿Cuántos kilómetros son considerados como demasiados?

Si nos ceñimos al promedio medio de kilómetros al año, un vehículo con 5 años de antigüedad debe tener entre 60.000 y 75.000 kilómetros. En el caso de uno con 10 años, se multiplicarían por dos las cifras, rondando entre 120.000 y 150.000. 

Cuando se superan con creces estos parámetros quizás habría que valorar si merece la pena o no hacerse con ese coche. Pero tampoco hay que limitar la compra de un vehículo usado a los kilómetros. También nos servirá de gran ayuda detalles como el mantenimiento o la falta de rodaje.

Siguiendo las revisiones anuales conseguiremos evitar posibles averías. Pero también hay que decir que a medida que pasan los años existe un mayor riesgo de incidencia. Los coches no duran de forma indefinida.