Montaje de fotos de Pedro Sánchez con rostro serio, Carles Puigdemont con rostro sonriente y Oriol Junqueras con rostro neutro
POLÍTICA

Vuelve la farándula al Congreso: amnistía, trama rusa y negociación in extremis

La política española vive otra jornada al más puro estilo procesista con la votación sobre la ley de amnistía


En los años duros del procés, el Parlament de Catalunya se hartó de ver días y votaciones consideradas “históricas” para el procesismo. Aunque tras varios años muchos ya no se acuerdan de ellas, en esos momentos algunas jornadas en la cámara catalana se consideraron vitales, para mantener vivo el 'procés' hacia la nada. 

Negociaciones in extremis para salvar según qué votaciones fueron una constante, casi siempre con la CUP dando la nota y esperando hasta el último momento para hacer de muleta necesaria para Junts y ERC. 

Desde que se inició esta legislatura, toda esta manera de hacer política se ha trasladado al Congreso de los Diputados. Ahora es Junts quien hace de adolescente rebelde al más puro estilo CUP y es el PSOE quien está pendiente de los volantazos de su socio, como en su día lo estuvieron juntaires y republicanos con los anticapitalistas en el Parlament. Pero el patrón, en líneas generales, es el mismo.

Pedro Sánchez sentado en el congreso con expresión pensativa y mirando hacia abajo

Este martes viviremos una jornada como la que vivimos no hace ni tres semanas, en la que Junts salvó al último momento la primera votación importante de la legislatura. A partir de las 3 de la tarde, se iniciará la sesión en el Congreso para aprobar la ley de amnistía. Una ley que sirvió para crear el Frankenstein 2.0 de Pedro Sánchez, pero que a este ritmo, puede incluso convertirse en el detonante para que salte todo por los aires. 

Otra vez, el PSOE se enfrenta a una negociación in extremis con Junts. La amnistía era el pegamento que ha unido la frágil mayoría parlamentaria de Pedro Sánchez, pero tanto el presidente como los procesistas se han encontrado con un poder judicial que no está dispuesto a que la clase política le diga, vía ley, que no ha hecho bien su trabajo.

Míriam Nogueras en el Congreso de los Diputados en su intervención hablando en la tarima

Los movimientos de los jueces que investigan el procesismo (incluyendo, por ejemplo, toda la cuestión sobre la trama rusa) han obligado a PSOE, ERC y Junts a ir parcheando la ley. Y lo han hecho hasta tal punto que ya nadie tiene claro si el texto pasará el filtro de la justicia europea o si, como teme parte del entorno indepe, puede tener peores consecuencias para el movimiento independentista. E incluso en Junts no tienen ya claro que Puigdemont se pueda beneficiar de ella.

Amenazas al PSOE

A todo esto, ERC sigue diciendo que sí a todo lo que proponga el PSOE, mientras Junts hace ver que se lo piensa e incluso amenaza con tumbar la propuesta, algo que podría hacer estallar de facto la legislatura. 

El Congreso vivirá unas últimas horas frenéticas antes de las votaciones. Lo más probable es que, toda esta farándula, acabe como acabaron todas esas “votaciones históricas” que vivió el Parlament hace años o las votaciones de los decretos de hace tres semanas. Es decir, con un acuerdo a última hora que cada uno podrá vender a su conveniencia a su respectiva parroquia. De lo contrario, el escenario político español cambiará totalmente y entraremos en una especie de zona desconocida en la que muchos se preguntarán qué sentido tiene seguir con la legislatura.

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