Lluís Llach hablando frente a un micrófono.
POLÍTICA

Tras ERC y Junts... llega ahora la guerra interna en la ANC

La ANC no predica con el ejemplo: llama a la unidad independentista, pero no la consigue dentro de su casa

La Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) no está en su mejor momento. A su manera, la entidad presidida por Lluís Llach también digiere la debacle procesista. Todo ello al margen de que se ha posicionado a favor de Junts y el expresidente Puigdemont, sin perjuicio de algunas críticas inmobiliarias.

Esta tensión interna en la ANC se revela en las actas de las reuniones del secretariado nacional, a las que ha tenido acceso El Món. Estas reuniones muestran muchas desavenencias sobre la “hoja de ruta” de la entidad. Se trata de un documento que se revisa cada dos años y que explicita la estrategia de la ANC para llegar a la independencia.

Con esta publicación, parece innegable que el procesismo está en plena reorganización. Junts tiene que decidir qué hace con su futuro, ERC está en guerra civil y la CUP ni está ni se le espera. Solo faltaba la ANC, que a nivel sociológico sintetiza la decadencia procesista.

Montaje de Marta Rovira y Lluis Llach mirándose de frente

Dos sectores y una hoja

Como es habitual, hay dos sectores: el oficialista y el de los alternativos. Como también es habitual, el sector oficialista es el que manda y el que quiere seguir mandando. En esencia, el problema se reduce a que los oficialistas quieren modificar el sistema para redactar esta “hoja de ruta”.

A juicio de la dirección de la ANC, las “grandes alteraciones en el panorama político” exigen un cambio de estrategia. Además, este cambio de estrategia tendría que hacerse relativamente rápido y escamoteando los estatutos de la entidad. Excusa muy común, los oficialistas dicen que esto es solo una cuestión operativa, que en un redactado “no puede haber mucha gente”.

Por su parte, los alternativos - todo lo alternativa que puede ser la ANC - denuncian que todo esto es una manera de “petarse las asambleas de base”. Es decir, una excusa para que la directiva pueda decidir sin oposición la nueva estrategia.

Un hombre con camisa blanca y gorra negra habla frente a un micrófono en una manifestación, rodeado de personas que sostienen banderas y pancartas.

Ser o no ser

Así mismo, los alternativos denuncian una contradicción del secretariado. Y es que la ANC busca la unidad independentista y no la encuentra ni dentro de su casa. “Es incongruente buscar consenso con otras entidades y no hacerlo dentro del secretariado”, dice un crítico.

De hecho, los críticos parecen apuntarse al existencialismo y se hacen preguntas sobre su identidad. “Nosotros no tenemos ni unidad ni estrategia, lo primero que hay que saber es lo que queremos nosotros y cómo lo queremos hacer”. Y para dar cuenta del buen ambiente reinante en la ANC, un miembro del secretariado califica la situación de “lamentable”.

A la luz de los últimos acontecimientos en Cataluña, se puede concluir que Cataluña ha cambiado de rumbo. La guerra sucia de ERC, las acusaciones de alinearse con la “derecha española” y la nueva situación de la ANC son prueba de ello.

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