Hombre con barba frente a un cartel del Consell de la República Catalana con fondo rojo.
POLÍTICA

Toni Comín, acorralado: confirman sus gastos injustificados en el 'exilio'

Una auditoría revela gastos injustificados como pagos de multas, alquiler de coches y retiros de efectivo

Toni Comín fue acusado hace unos meses de irregularidades económicas en el Consell de la República, incluidos gastos injustificados. El eurodiputado de Junts y mano derecha de Carles Puigdemont en el “exilio” se justificó diciendo, por ejemplo, que el viaje en crucero con su hija era “de trabajo”. El Consell de la República encargó una auditoría, que ha emitido un informe nada favorable para Toni Comín.

Según revela El Món, la auditoría confirma que el exconsejero habría cometido “gastos injustificados” a cuenta del Consell de la República. Habría utilizado este dinero para pagar multas de tráfico, alquilar coches y aparcamientos, y retirar efectivo de hasta 6.000 euros.

El exconseller de Salud de la Generalitat de Cataluña Toni Comín interviene en el acto del Consell de la República en Perpiñán (Francia) a 29 de febrero de 2020

Las irregularidades económicas de Toni Comín ascenderían a 15.530 euros, en diferentes cuentas corrientes relacionadas con la “defensa del exilio”. Pero estos gastos no estarían justificados, como tampoco los 13.875 euros destinados a impuestos de personal, ni los 21.479 euros de liquidaciones de Visa sin factura. Un auténtico despropósito que confirma las sospechas y ahonda en la crisis interna del Consell de la República.

Un exilio a todo tren

Lo que queda claro es que Carles Puigdemont y Toni Comín llevan vendiendo un relato victimista del “exilio” que no concuerda con su vida a todo tren. El informe de los auditores detalla el gasto de 363 euros para pagar una multa de tráfico, casi 2.000 euros para alquilar un coche por 15 días, y 2.565 para el alquiler de un apartamento. También recoge los 4.608 euros destinados a pagar los impuestos del apartamento de Lovaina, y varios retiros de efectivo por valor de seis mil euros.

Cada vez queda más claro que la clase dirigente procesista vendía una imagen victimista del exilio mientras se pagaba las vacaciones de manera irregular. Los auditores dicen que “estos gastos no parecen estar justificados dentro de la defensa del exilio”, porque “están destinados a un cargo electo que ya dispone de ingresos propios”.

Responde así mismo a la excusa de los “viajes de trabajo” de Comín, recordando que “haría falta un acta del Consell donde se apruebe la realización de estos viajes, susceptibles de ser considerados de carácter personal”. A su vez, exige la justificación detallada del uso de los fondos “en relación con los intereses y finalidades de la entidad”.

Todo se desmorona

Además de reprender a Comín, el informe destapa la poca diligencia con la que se han manejado todos estos años las cuentas del Consell de la República. En particular, considera “erróneo” que “el control sobre el destino de los fondos procedentes de donantes de buena fe esté en manos de una sola persona, sin poner en duda su idoneidad”. Por eso propone que haya contrapesos en un órgano colegiado que rinda cuentas periódicamente.

Pero el mal ya está hecho, y este informe solo viene a confirmar lo que muchos ya sospechaban y que llevaban tiempo denunciado. Esto ahonda en la crisis interna del Consell de la República, que ha perdido toda credibilidad. No solo por los escándalos de corrupción, sino también por las maniobras de Puigdemont y Comín para concentrar todo el poder y liquidar la democracia interna durante las negociaciones de investidura con el PSOE.

El declive del Consell de la República, órgano fundado por Puigdemont como una especie de gobierno en el exilio, refleja el proceso de descomposición de todo el procesismo. Escándalos como el de los gastos de justificados de Comín siguen extendiendo la sombra de la sospecha sobre los dirigentes procesistas a quienes la gente está dando la espalda cada vez más.

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