Comín justifica sus presuntas irregularidades: el viaje con su hija era ‘de trabajo’
Explica que las reuniones de trabajo en el sur de Francia habrían salido más caras si se hubieran celebrado en Bélgica
El exconsejero y ahora eurodiputado, Toni Comín, se defiende de las acusaciones sobre presuntos gastos irregulares que hace poco se vertieron contra él. En una carta a la que ha tenido acceso El Món, Comín explica a qué obedece, por ejemplo, la presencia de su hija en viajes de trabajo al sur de Francia.
Según el exconsejero y pieza clave del Consell de la República, la presencia de sus hijas se explica por el calendario escolar belga. "Por razones de mi situación familiar yo solo viajo a la Cataluña Norte cuando mi hija tiene vacaciones escolares, momento en que ella aprovecha siempre para trasladarse en Barcelona", explica Comín en su carta.
Así mismo, alega que esos desplazamientos con su hija no eran “en ningún caso” viajes de vacaciones, sino de “trabajo político”. E insiste en que si las reuniones de trabajo se hubieran celebrado en Bélgica, los costes habrían sido “muy superiores”. Por todo ello, concluye que, en realidad, ha tenido un buen gesto: "que fuera yo quien se desplazaba a la Cataluña Norte tenía como objetivo, por lo tanto, minimizar los gastos derivados de mi función".
De esta manera, se defiende de la acusación de haber pasado al Consell unos gastos personales. Unos gastos que, en un primer momento, incluso el gerente se negó a pagar porque entendía que eran vacaciones. En total, 4.800 euros que incluyeron la estancia de dos semanas en una casa, un coche de alquiler y los vuelos.
“Son los llamados gastos de representación, habituales en cualquier organización como la nuestra: podemos pedir a las personas que asuman un cargo de manera voluntaria, que dediquen su tiempo; pero sería excesivo exigirles que se hagan cargo de los gastos de alojamiento y desplazamiento que el ejercicio de este cargo comporta”, dice Comín.
Comín devuelve los dardos
Por otra parte, también hay espacio en la carta para devolver el dardo a los que destaparon estos gastos. Concretamente, Sergi Miquel, el antiguo gerente del Consell, y los representantes de CATGlobal.
De Sergi Miquel dice que actúa por “venganza personal” porque en su día Comín lo destituyó en su trabajo como gestor de recursos humanos. “Personas expertas en relaciones laborales me han informado estos últimos días que es más habitual del que nos pensamos que, cuando una persona se va de una empresa en contra su voluntad, haga alguna actuación contra sus antiguos responsables movida por el ánimo de revancha”, dice Comín.
Con respecto a los cuatro representantes de CATGlobal que emitieron una carta crítica con su gestión, Comín viene a decir que carecen de comprensión lectora.
“No he ultrapasado mis prerrogativas por el hecho de ejercer la gestión ordinaria del Consejo, porque la vicepresidencia ejecutiva consiste, precisamente, a ejercer la gestión ordinaria del Consejo (y, por lo tanto, esta crítica denota una grave falta de comprensión de cuáles son los roles de cada cual en la estructura administrativa del Consejo)”.
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