Jóvenes marroquíes protestan en Manresa para seguir cobrando ayudas

El Ayuntamiento de la localidad de Manrensa, en la provincia de Barcelona, se ha despertado con una protesta llamativa.

Un grupo de veinte jóvenes y de miembros de la Asociación de Mujeres Marroquíes Al Noor se han instalado a las puertas del ayuntamiento, equipados con una tienda de campaña y mantas.

Exigen al ayuntamiento y a la administración que mantenga las ayudas y el apoyo que han recibido durante los últimos años. Se trata del programa ‘Sostre 360’, que, aunque es aplicado por los ayuntamientos, es un programa financiado por la Generalitat.

Este programa asistencial tiene una duración máxima de tres años. Durante este tiempo, el objetivo de la administración es dotar a los jóvenes de los recursos y competencias para convertirse en personas autónomas.

“Solo queremos paz”

El caso es que el próximo mes de septiembre se termina el programa asistencial para algunos de estos jóvenes y el Ayuntamiento de Manresa se muestra sorprendido ante las protestas. Según el consistorio, los jóvenes fueron convenientemente comunicados y, además, eran conscientes de que el programa ‘Sostres 360’ tenía una duración determinada.

Así mismo, el ayuntamiento (PSC-ERC) también ha insistido en que el fin de la asistencia a los menas siempre es progresivo. Una vez terminado un programa de esta naturaleza, los jóvenes mantienen el vínculo con la administración a través de los servicios sociales o de los servicios públicos destinados a la juventud.

En cualquier caso, esto no parecer ser suficiente para la asociación Al Noor, promotora de la protesta. Según ha declarado su presidenta al medio Regió7, Hadija Elbachiri, la protesta obedece “a la forma cómo se echan a estos jóvenes y la estrategia que se utiliza desde el Ayuntamiento para echarlos”.

“Nosotros no queremos conflictos”, continúa la presidenta de la asociación, “Solo queremos paz, vivir tranquilos y tener una vida digna”. Finalmente, la asociación Al Noor exige una solución “real” para esta situación y ser informados (otra vez) del momento en el que los jóvenes dejarán de percibir las ayudas.