Todos quieren pactar con el PSC

El PSC sigue de moda. Mientras sus homólogos socialistas en el resto de España empiezan a asumir la más que previsible derrota electoral el 23J, Salvador Illa se sitúa en el centro del tablero político catalán. El PSC está de subida en Catalunya y todo hace pensar que sus cuotas de poder aún pueden ir en aumento. Se ha quedado a un solo paso de ganar en Barcelona, pero ha consolidado sus grandes alcaldías en el Área Metropolitana.

Y no solo eso: ha recuperado Tarragona, Lleida y Reus. Ha ganado en Girona, pero los independentistas parecen estar por la labor de no dejarles gobernar. El poder municipal del PSC es ahora mucho mayor que hace 4 años y no solo por sus victorias, también por sus pactos postelectorales. Lo de Salvador Illa ya han confirmado pactos con Esquerra, con Junts y hasta con la CUP. Y es que todo el mundo quiere pactar con el PSC.

De momento parece que el socio prioritario de los socialistas es Junts. Han confirmado acuerdo en Roses, la Bisbal de l'Empordà o Calella. En Vilafranca del Penedès se ha descartado un gobierno indepe y el PSC tendrá la alcaldía con un probable acuerdo con Junts. En las Diputaciones puede haber un intercambio de favores entre Junts y socialistas en Barcelona y Tarragona, aunque no está claro.

En Barcelona, por ejemplo Trias quiere gobernar con el PSC (sumarían mayoría absoluta), en un acuerdo en el que sumaría Ernest Maragall.

Pero el PSC también gobernará con ERC en muchos otros municipios. Lo hará en Cambrils (en un pacto que se sumará Junts), en Torredembarra y falta por ver qué pasará en ciudades como Tortosa, Tárrega o Olot. En Barcelona,

Y hasta la CUP ha pactado con el PSC. Lo ha hecho en Sarrià de Ter. En este municipio ERC gobernaba des de hacía más de una década y un pacto entre cupaires (que ganaron el 28M) y socialistas los dejara en la oposición. En Vilafranca, por ejemplo, la CUP tenía la llave de un gobierno con Junts y ERC, pero ha preferido pasar y 'regalar' la alcaldía a los socialistas.

Tras el procés, el PSC ha vuelto y es ya el centro de la política catalana. Veremos qué pasa el 23 de julio.