Restricciones e impuestos por la basura: crece la tensión en varias ciudades catalanas
La ciudadanía, cada vez más harta de pagar más impuestos y tener menos libertades con la excusa del ecologismo
A la creciente inseguridad, al colapso de la sanidad o al desastre del sistema educativo, a Cataluña se le debe añadir ahora otro problema. Desde hace meses y algunos años, varios municipios están implementando cambios en la recogida de basura. Y estos cambios, a menudo acompañados de un incremento de los impuestos por la recogida de residuos, está empezando a generar un gran malestar entre la población.
En nombre del ecologismo, cada vez son más los pueblos y ciudades que han apostado por sistemas como la recogida de residuos puerta a puerta o la restricción de lanzar la basura en determinados días. Algo que, añadido a la subida de impuestos que implican estos cambios, ya ha provocado protestas en localidades como Sabadell, Manresa o Lérida, entre otros.
Restricciones para tirar la basura con la excusa del ecologismo
En una sociedad en la que los ciudadanos cada vez tienen menos libertades, las restricciones llegan ahora también a la hora de tirar la basura. Manresa es el claro ejemplo de ello con la implementación de un nuevo sistema de recogida de residuos que ya ha provocado el anuncio de protestas por parte de sus habitantes.
En esta localidad, gobernada por ERC, el impuesto de la basura subió un 15% el año pasado. Ahora, han presentado un sistema para tirar la basura que, entre otras cosas, limita la libertad de los ciudadanos. Para empezar, los contenedores ahora solo se podrán abrir con una tarjeta que ha proporcionado el Ayuntamiento. Sin embargo, lo que ha generado más malestar es que los contenedores solamente se podrán abrir un día a la semana.
“No me hace gracia tener que guardar en casa la basura tantos días”, “a la gente mayor nos complican más la vida”, “ya preparamos movilizaciones para tirar toda la basura el mismo día y hora delante del Ayuntamiento”, son algunas de las opiniones de los vecinos de Manresa.
Otro señala que “Manresa se convertirá en un vertedero” porque la gente tirará la basura al lado de los contenedores. Algo que, por cierto, una ciudadana de Gerona advirtió porque esto ya pasa en algunos barrios de su municipio. Y, de hecho, compartió una imagen de esta triste realidad que ahora se puede instalar en Manresa:
Un último comentario de un vecino de Manresa al alcalde de Esquerra de la localidad también servía para mostrar el sentimiento que tienen muchos de los ciudadanos de esta localidad de casi 80.000 habitantes. “Por fin podremos dormir más tranquilos, sin duda esto estaba en el top3 de preocupaciones ciudadanas”, decía. Y es que no hay que olvidar que, por ejemplo, la criminalidad en Manresa ha subido un 16% en el primer trimestre de 2024 respecto al año pasado.
Sabadell sale a la calle para protestar
Más allá de los cambios en el sistema de recogida, otro problema que va ligado a esta cuestión es el incremento de los impuestos por la basura. Una gran mayoría de poblaciones decidieron aumentar las tasas tras las elecciones municipales del año pasado. Algo que provocó protestas en varias localidades como Reus o Tarragona.
Ahora es Sabadell la ciudad que ha salido a la calle para protestar por lo que consideran un abuso. Allí, en octubre del año pasado el Ayuntamiento subió un 15% el impuesto de la basura. Por si fuera poco, ahora tienen que hacer frente a una nueva tasa, en este caso del Consell Comarcal del Vallès Occidental, por el mismo concepto. Esto ha provocado que el importe a pagar por parte de una familia haya aumentado un 114%.
El pasado jueves, más de 1.000 personas se manifestaron en Sabadell. “Es un abuso, nos subieron el IBI, el agua y ahora tenemos que pagar dos veces por la basura. No podemos aguantar más”, señalaban algunos de los manifestantes. Estos dos ejemplos se unen al malestar que ya expresaron vecinos de muchas localidades catalanas que ven que, mientras les suben los impuestos, recae sobre ellos la responsabilidad de combatir el cambio climático, incluso con restricciones y limitaciones de su libertad a la hora de tirar la basura.
Eso sí, hay esperanza para ellos. Y el ejemplo es Lérida. Allí, las protestas de los vecinos de los barrios de Pardinyes y Balàfia provocaron que el Ayuntamiento diese marcha atrás en la recogida 'puerta a puerta'. Sin embargo, la apuesta por volver al sistema de recogida de basura de toda la vida ha quedado ahora suspendido por un recurso presentado por los Comuns, pero el Ayuntamiento está dispuesto a escuchar a los vecinos y volver a los contenedores lo antes posible.
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