Carles Puigdemont tocándose las gafas en un gesto de reflexión
POLÍTICA

A Puigdemont le aparece un nuevo problema dentro del independentismo

El líder de Junts empieza a notar las consecuencias de pactar con el PSOE

Aunque pocas cosas le gustarían más, Carles Puigdemont se está empezando a dar cuenta de que no se puede estar en misa y repicando. El líder de Junts ha decidido abrazar la ‘vía ERC’, dejar su lado más intransigente y empezar a negociar (e incluso pactar) con el PSOE y el PP. Este cambio de guión ya le está generando sus primeros problemas. Y teniendo en cuenta que nos encontramos a las puertas de la Diada del 11 de septiembre, el expresident de la Generalitat se empieza a encontrar en una situación delicada.

Junts en general y Puigdemont en particular siempre se han mostrado muy críticos con el ‘pactismo’ de Esquerra. Se han pasado años acusando prácticamente de traidores a sus socios procesistas. Y lo hacían con todos los medios que tenían a su alcance. Lo afirmaban dirigentes de la formación, voceros como Pilar Rahola y también entidades afines, como es el caso de la ANC.

La Assemblea llegó a tener una guerra abierta con Esquerra hace justo un año por este motivo. El giro de los republicanos, que pasaron a defender la mesa de diálogo con el Gobierno del PSOE sentó muy mal entre la masa procesista de la ANC. Tanto, que la entidad indepe y ERC rompieron del todo para la Diada del año pasado.

Miembros de Esquerra fueron abucheados en un acto de la Asemblea y posteriormente ERC organizó sus propios actos para el 11-S. La ruptura era total y Junts se posicionó al lado de la ANC, criticando la actitud de su entonces socio de Govern y defendiendo los abucheos a la formación de Junqueras.

Ahora, un año después, el partido de Puigdemont se puede encontrar en la misma situación que la que tenía ERC en la Diada del año pasado. Junts afronta este 11-S con la difícil papeleta de someterse a examen ante el movimiento independentista. Y, además, lo hará con un par de pactos bien recientes con el PSOE: el que permitió a Francina Armengol ser presidenta de la Mesa y el que ha permitido que Junts tenga grupo parlamentario propio en la Cámara Baja.

Montaje con tres planos medios de Laura Borràs, Carles Puigdemont y Jordi Turull con cara de preocupación

A pesar de que Junts ya ha activado toda su maquinaria mediática para convencer a los suyos, lo cierto es que buena parte del independentismo confía cada vez menos en las formaciones procesistas. Los indepes más radicales siguen sin aprobar los pactos con el PSOE, mientras apuestan por una confrontación directa con el Estado. Y los intentos de sabotaje por parte de los CDR a la Vuelta Ciclista son solo un ejemplo.

Y todo este contexto, con la eterna amenaza de la ANC de formar una cuarta lista electoral independentista que compita con ERC, Junts y la CUP. La Asemblea siempre ha advertido a los partidos procesistas de montar una “lista cívica” si se desvían del camino hacia la independencia.

Esta entidad ya le echó un pulso a los de Junqueras el año pasado. Veremos si este año la cosa acaba igual con Junts per Catalunya. En cualquier caso, parece evidente que los de Puigdemont vivirán su Diada más incierta de los últimos años. Los pactos con el PSOE le pueden pasar factura ante la masa indepe que se congregará en las calles el próximo 11 de septiembre.

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