La ANC marca las líneas rojas a ERC y Junts
No aceptarán otra cosa que no sea el referéndum
La Assemblea Nacional Catalana (ANC) lleva semanas presionando a ERC y Junts para hacer saltar por los aires las negociaciones sobre la gobernabilidad de España. Ya avisaron desde un principio, o referéndum o bloqueo. Cualquier otra salida sería vista como una traición y una invitación a las movilizaciones.
La ANC confirma su hoja de ruta, marcando las líneas rojas a los partidos procesistas. “La amnistía podría ser contraproducente si no va acompañada de un reconocimiento más profundo del derecho a la independencia”, ha dicho la presidenta de la entidad en una entrevista en ACN. Es decir, no basta con la amnistía y todo pasa por un referéndum de autodeterminación.
De hecho, la presidenta de la Assemblea ha mostrado su temor a que la ley de amnistía sirva como embuste para renunciar a la independencia. “El gran miedo es que pase como con los indultos “a cambio de renunciar al derecho a la autodeterminación”, ha afirmado.
Volver al 1-O
La presidenta de la ANC ha cargado duramente contra los acuerdos por la Mesa del Congreso. Ha considerado “migajas” las concesiones del PSOE “porque no conducen a la independencia”. En este sentido ha pedido recuperar el terreno ganado en el referéndum del 1 de octubre.
Según la Assemblea, los partidos procesistas en Madrid deben partir del punto innegociable de la independencia. De hecho, ve las negociaciones en Madrid como una vía muerta y apela a ERC y Junts a trazar “un proyecto hacia la independencia”. Esta hoja de ruta debe articularse a través de las mayorías en el Parlament.
Según Feliu, hay que plantear las próximas elecciones autonómicas catalanas como un “efecto refrendario del 1-O”. Por eso pide a ERC y Junts “cambiar el chip” y ofrecer un proyecto independentista con garantías. “Pensábamos que íbamos a hacer la independencia y no que se pudiera hablar catalán en algún lugar de Europa”, ha criticado.
Más presión para los partidos
Entidades como la ANC y Ómnium Cultural han planteado un pulso a los partidos. La Diada del 11 de septiembre y el aniversario del 1 de octubre serán las dos primeras puestas de largo del independentismo radical. Pero llevan tiempo amenazando con más movilizaciones si los partidos traicionan a las bases.
Ahora, la ANC anuncia también que está dispuesta a presentar “una nueva alternativa” a los partidos. La entidad trabaja en una lista cívica “para poner la independencia a disposición de la votación de todos los ciudadanos”. Toda una afrenta a las cúpulas de los partidos.
Pero la Assemblea tampoco esconde sus inclinaciones, y Dolors Feliu deposita toda su confianza en “el liderazgo del presidente en el exilio, Carles Puigdemont”. Habla de él como “nuestro símbolo en el exilio” que “nos da cierta esperanza”. Una demostración más de que la ANC sigue siendo una entidad afín a Waterloo.
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