Primer plano de Carles Puigdemont visiblemente preocupado
POLÍTICA

¿Puigdemont se comerá sus propias palabras?

El expresidente ha negado dos veces querer pactar con Sánchez

Un articulista del ABC sintetizaba el pasado sábado en un artículo lo que piensan muchos. Álvaro Delgado-Gal afirmaba que “es insoportable que la formación del próximo Gobierno pueda depender de un prófugo de la Justicia”.

El columnista (Madrid, 1954) es licenciado en Ciencias Físicas y doctor en Filosofía. Tiene varios libros publicados y colabora también en otros medios. 

Por su parte, el diario The Washington Post, uno de los más influyentes a nivel mundial, publicaba este domingo un editorial en el que lanzaba una seria advertencia a Pedro Sánchez.

El rotativo recordaba que el referéndun del 1-O había sido “ilegal”, que Puigdemont ha sido “fugitivo de la justicia española” desde entonces y que los partidos independentistas -Junts y Esquerra porque la CUP no ha entrado- tenían solo 14 de los 350 escaños del Congreso.

Montaje con un primer plano de Carles Puigdemont y una foto de una portada del The Washington Post de fondo

Incluso mencionaba los contactos del expresidente con Rusia, un anatema en plena guerra de Ucrania. Pero el propio Puigdemont ya publicó a finales de agosto un tuit en el que decía que “hablaré el próximo martes 5 de septiembre”.

Nada ha trascendido desde entonces de las condiciones. Y, de hecho, Junts se ha mostrado desde las elecciones del 24-J muy discreta.

Aquella noche compareció la cabeza de lista por Madrid, Míriam Nogueras, y dijo que la investidura de Sánchez no saldrá a “cambio de nada” lo cual es evidente. Las investiduras nunca salen gratis. Al día siguiente, a diferencia de Esquerra, no convocaron siquiera rueda de prensa.

Mientras que para el apoyo a Francina Armengol bastaron cuatro condiciones: el catalán en el Congreso, el catalán en la UE, reapertura de la comisión de investigación sobre el caso Pegasus y otra sobre los atentados de las Ramblas.

Armengol, tras ser elegida, enfrío lo del catalán en el Congreso y en una entrevista en RTVE dijo que hablaría con todos los grupos y que tenía que ser por “consenso”.

El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, se apresuró a enviar la petición a Bruselas, pero es una decisión que hay que adoptar por consenso y, de momento, Eslovenia ya ha dicho que no.

Montaje de fotos de primer plano de Carles Puigdemont sonriente y Pedro Sánchez con cara de preocupación

Además, está por ver, en el caso de que Junts acabe dando apoyo a Sánchez, cómo lo justifican. Habrá que retorcer, sin duda, el lenguaje aunque empiezan a ser habituales los “cambios de opinión”.

En una entrevista en Rac1 el pasado 6 de julio, Puigdemont ya dijo que “da igual si manda Sánchez o Feijóo” y que “Junts no dará apoyo ni al PP ni al PSOE”. Hasta se mostraba partidario de revertir los pactos con el PSC.

Mientras que en otra en el Ara diez días después, el 16 del mismo mes, respondió a la pregunta de si “Sánchez o Feijóo” que “a efectos de Cataluña, la diferencia es que el PSOE opera con anestesia y el PP sin ella, pero los dos amputan”. “Sánchez no será presidente con los votos de Junts”, añadió.

Ambas se realizaron con periodistas de confianza: Jordi Basté en el primer caso y Antoni Bassas en el segundo. Basté se desplazó a Bruselas y Bassas hasta comió en la llamada Casa de la República.

Montaje de fotos de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo con los colores del PSOE y el PP de fondo

Por eso está por ver cómo justifica el cambio en el caso de que voten finalmente a favor de Sánchez. Ni siquiera basta la abstención.

Aunque todo el mundo tiene la sensación que, en el fondo, es buscar una salida a Carles Puigdemont y el resto de “exiliados” además de los encausados para las diversas causas del proceso sin que se note demasiado.

Al fin y al cabo, lleva más de seis años fuera y habiendo perido la inmunidad parlamentaria. La ANC es lo que teme y ha insistido que lo único que puede negociarse es la independencia.

En la misma entrevista a Rac1 insistía que “yo no me entregaré nunca” y que “la vía es la amnistía, una condición necesaria pero no suficiente”.

Más o menos lo mismo que Oriol Junqueras este domingo en una entrevista en La Vanguardia cuando afirmaba que era condición sine qua non para empezar a negociar: que no era el punto fianl sino el “punto inicial”.

 ¿Pero si les dan la amnistía y la autodeterminación ahora qué pedirán en los primeros Presupuestos Generales del Estado?

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