Montaje de fotos de primer plano de Pedro Sánchez y Gabriel Rufián, ambos con rostro serio
POLÍTICA

PSOE y ERC se juran fidelidad

Pedro Sánchez mima a Oriol Junqueras en plenas negociaciones

Gesto de Pedro Sánchez hacia Oriol Junqueras y ERC tras su acercamiento obligado a Junts per Catalunya y Carles Puigdemont. El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la investidura, ha llamado este miércoles al presidente de Esquerra para agradecerle su apoyo desde 2018. La llamada se enmarca en un contexto de negociación y en una jornada donde el PSOE también se encontrará con Gabriel Rufián. El objetivo socialista es meter una marcha más y atar la investidura lo antes posible.

Hay que tener en cuenta que ERC ha mostrado en las últimas semanas su mosqueo con Pedro Sánchez. Parte de teatro necesario en la lucha por la hegemonía socialista, parte de estrategia para negociar. Mientras Yolanda Díaz iba a Waterloo y el PSOE normaliza a Puigdemont, Junqueras y Pere Aragonès no acaban de encontrar una nueva hoja de ruta ni un relato creíble. Ahora, Sánchez intenta normalizar la situación con una llamada a Junqueras y haciéndola pública.

Sobre todo eso: publicitar que ha llamado al presidente de Esquerra para agradecer su apoyo al Gobierno desde 2018. Aunque esta estrategia de los republicanos les haya portado a ir perdiendo votos en cada elección. Además, Pedro Sánchez quiere que esta relación entre ambos continúe más allá de la investidura. Según ha trascendido, la llamada es una "muestra de respeto mutuo", algo que quizás necesitaba mucho más Junqueras que Sánchez.

El papel del presidente de ERC es poco concreto en los últimos meses. Su figura ha ido perdiendo popularidad y no acaba de encontrar su sitio. No está en el equipo organizador, no puede ser cargo público y la llamada de Sánchez lo situa en cierto modo -y por unas horas- como un actor político relevante. El gesto, pues, pretende ser una especie de viaje a Waterloo pero en formato telefónico.

Montaje de Oriol Junqueras y Pere Aragonès mirando hacia lados opuestos

ERC y el PSC, fidelidad casi por obligación

Socialistas y republicanos deben entenderse aunque no quisieran. Pedro Sánchez necesita sus 7 votos y Esquerra a cambio pide que el PSC le apruebe los presupuestos y facilite lo que parecía muy difícil: que el Govern de Aragonès pueda llegar a 2025. La fidelidad, pues, conlleva un precio que satisface a los dos. A Pedro Sánchez quizás más, porque sacrifica las opciones de Salvador Illa de ser President a corto plazo, pero vivirá en la Moncloa algunos años más.

Para ERC, el pacto con el PSOE es estratégico, para asegurar su poder en la Generalitat, aunque no les asegura resultados ni nuevos votantes. Si Junts y Puigdemont se suman al acuerdo, será una alegría para Esquerra, que no será acusada de 'traición' por sus ex socios. Aunque eso conlleve la vuelta del de Waterloo en Cataluña. Esto ya es una pantalla lejana y en la política catalana se vive a corto plazo.

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