ERC, cada vez más acorralada
Sin apenas apoyos en el Parlament y sin margen en el Congreso, solo los equilibrios de los pactos salva los muebles a Pere Aragonès
Esquerra Republicana vive un momento complejo. Mientras cada vez acumula más presencia en las instituciones -Govern y las cuatro diputaciones-, su posición de fuerza se ve cada vez más reducida. Solamente la frágil política de pactos salva los muebles de una ERC que acumula dos fracasos en las últimas citas electorales.
Sin margen en Madrid
En las últimas elecciones generales, ERC perdió 400 000 votos y seis escaños en el Congreso. Los actuales siete diputados que tienen los de Oriol Junqueras serán claves para investir a Pedro Sánchez. Pero el margen que tienen en las negociaciones es más bien escaso.
Tras cuatro años siendo socio del PSOE y apelar al “voto antiVox” durante toda la campaña electoral, los republicanos están ligados de pies y manos en estas negociaciones para investir a Pedro Sánchez. Y prueba de ello es que es Junts quien está marcando perfil y capitalizando políticamente estas negociaciones. Todo el mundo sabe que la reedición del gobierno de coalición pasa por el éxito o fracaso de las conversaciones entre los socialistas y el partido de Carles Puigdemont.
Nadie espera un escenario en el que Junts pacte con el PSOE y que ERC no ceda sus votos a Pedro Sánchez. La llegada de los juntaires al pactismo ha dejado en fuera de juego a una Esquerra que lleva semanas intentando -sin éxito- tener protagonismo en estas negociaciones. Además, estas conversaciones giran alrededor de la amnistía, que beneficiaría más a Puigdemont que no a Junqueras.
Fragilidad en el Parlament
Si la situación de ERC en el Congreso es complicada, todavía lo es más en el Parlament. Pere Aragonès gobierna en minoría, con solo 33 diputados de los 135 que tiene la cámara catalana. Y cada vez cuenta con una oposición más dura por parte de partidos como Junts o los Comuns.
Hace una semana, los que fueron sus socios al inicio de la legislatura, Junts, definieron la posición del Govern de “debilidad y falta de liderazgo”. Los Comuns, que pactaron los dos últimos presupuestos con el ejecutivo catalán, también afirmaron que “tenemos serias dudas de la lógica de acabar esta legislatura”.
El PSC, por su parte, se muestra ligeramente menos contundente contra el Govern. El partido más votado en Cataluña en las últimas tres elecciones podría forzar la máquina para provocar un adelanto electoral. Salvaron los muebles de Aragonès en la votación de los últimos presupuestos. Y siguen condicionados por la necesidad del PSOE de obtener los votos republicanos en el Congreso.
El equilibrio de los pactos en varias instituciones permiten a ERC seguir gobernando en minoría. De momento, Esquerra resiste, pero en una posición muy frágil. Siguen confiando en agotar la legislatura, que termina en el año 2025.
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