Salvador Illa en el encuentro 'Objetivo Actualidad', en el Palacio Euskalduna, a 2 de octubre de 2023, en Bilbao
POLÍTICA

El PSC pierde, Salvador Illa gana

El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez rebaja la presencia de socialistas catalanes, pero Illa gana aún más poder


Si la política se contara en favores, Pedro Sánchez debe ya demasiadas cosas a Salvador Illa. Uno de cada siete votos del PSOE en julio se contaron en Cataluña y no se entendería el 'milagro' socialista sin el PSC, así de claro. A simple vista, pues, cuesta de entender que el nuevo Gobierno haya reducido el número de ministros socialistas catalanes a la mitad. Pero que el árbol no les tape el bosque: no es ninguna mala noticia para Salvador Illa.

Hasta ahora, el PSC controlaba Cultura y Transportes. El primer ministerio, con las competencias transferidas a las comunidades, tenía un peso relativo y de hecho ahora lo controla Sumar. El segundo era importante, pero no tanto como Industria, que ya ocupa el socialista Jordi Hereu. Fue Salvador Illa el ideólogo y el encargado de convencerlo.

Y es que Hereu es de la estricta confianza del primer secretario del PSC, que ha ganado aún más peso en las relaciones internas socialistas. Una cosa es ser fiel, leal y hasta no tener prisa para llegar a la Generalitat. La otra no hacer valer tu peso dentro de un partido con poco poder territorial. Es cierto que lo lógico es que hubiera algún ministro más catalán, pero para Salvador Illa no debe ser ahora mismo lo más importante. Hay que tener en cuenta que el PSC vuelve a ocupar un gran poder territorial a Cataluña tras las municipales y son estos alcaldes lo que deben ayudarle a ganar las autonómicas.

Imagen de Ruben Viñuales, Pedro Sánchez y Salvador Illa en un acto de campaña en Tarragona

El poder en aumento de Salvador Illa

Jordi Hereu vuelve a la arena política para controlar un ministerio con mucho poder político. Tras Industria están empresas como Aena, Indra o Renfe, con participación pública importante. Esto significa contactos, dinero y capacidad de decisión real. Política de verdad, en resumen.

Tras la investidura, llegará la ley de amnistía y seguirá el clima de tensión. Es evidente que la mayor parte de la sociedad española mira con recelo el regreso de Puigdemont y la redención de Junqueras, pero es algo que no parece perjudicar en gran medida al PSC. El contexto político ha favorecido a Salvador Illa, que se ha situado en el centro de tablero catalán. Su partido gobierna en casi toda el Área Metropolitana, con la guinda de Barcelona, y lo hace también en Tarragona, Reus o Lleida

El liderazgo de Illa no tiene ninguna crítica interna ahora mismo en el PSC y todo el partido entiende que la partida real la deben jugar ahora mismo en Cataluña. El Consejo de Ministros vivirá una legislatura convulsa, cuestionado constantemente y dependiendo de las ocurrencias de Rufián y Puigdemont.

Tener a Jordi Hereu en Madrid era lo importante para el jefe de la oposición en el Parlament, tanto por el control económico, como por la confianza que se tienen. Ahora, Salvador Illa se centrará en afianzar su liderazgo en el PSC, que celebrará en los próximos meses su congreso, y en las elecciones en el Parlament. Tras la investidura, ya no hay incendios de Pedro Sánchez que apagar: toca acabar con la hegemonía procesista.

El PSC y Salvador Illa no tienen urgencias a corto plazo. Mandan en los principales ayuntamientos y en tres de las cuatro diputaciones, de modo que el río baja tranquilo internamente. Ya hace casi tres años que Illa no es ministro de Sanidad y ha conseguido unir el partido y situarlo en la centralidad política. El PSC ya no tiene dos ministros, pero no tengan ninguna duda que Illa no ha salido perdiendo.

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