Crece la preocupación por la crisis entre Mossos y la Guardia Urbana de Barcelona

Ayer conocíamos por una información de La Vanguardia que había fuertes tensiones entre Mossos y Guardia Urbana de Barcelona. La sindicatura de Barcelona ha expresado ahora su preocupación por esta crisis institucional. Avisan de que “romper” el modelo de cooperación sería “perjudicial” para la seguridad ciudadana.

El consejero Elena habló de “deslealtad”

Lo explicábamos ayer haciéndonos eco de una información de La Vanguardia: hay problemas entre las policías. Por lo visto, al Departamento de Interior ya no le parece bien la cooperación entre las fuerzas policiales. De esta manera, Interior ha precipitado una crisis institucional en pleno debate sobre la inseguridad en Cataluña y en Barcelona.

Según la información publicada, las fuerzas policiales habían empezado a cooperar en temas de investigación relativos al tráfico de drogas. Los resultados eran buenos y llevaron a un mayor control de los narcopisos. Pero al parecer la cooperación ha empezado a hacer aguas: Interior dice que ya no necesita a la Guardia Urbana.

En una reunión de trabajo conjunto, el consejero Elena acusó de “deslealtad” a la policía municipal de Barcelona. Algo que produjo la indignación de sus mandos. Su responsable, Albert Battle, intentó rebajar la tensión diciendo que pueden existir “desajustes” operativos puntuales.

"Perjudicial para la ciudadanía”

La tensión no es menor. De hecho, es la suficiente como para que la Sindicatura de Barcelona haya mostrado su preocupación. A través de un comunicado en su página web hablan de “crisis institucional” y de la necesidad de recuperar la cooperación.

Señalan el éxito hasta el momento de la cooperación, que conseguía cerrar un narcopiso a la semana. Así mismo, ven con buenos ojos que la Guardia Urbana se haya formado para colaborar en materias que hasta hace poco no le eran propias.

Por eso, advierten que esta crisis de confianza “es perjudicial para la ciudadanía”. Y resaltan que el fin de la cooperación implicaría “una pérdida de efectivos policiales dedicados a la investigación de delitos”. En definitiva, más inseguridad.