Primer plano de Carles Puigdemont
POLÍTICA

¿Podrá realmente Puigdemont ser candidato a la Generalitat?

El adelanto de las elecciones en Cataluña vuelve a llevar a Puigdemont a un terreno lleno de dudas e incertidumbres

En teoría, Puigdemont puede ser candidato. Pero en la práctica - y sobre todo cuando se trata del expresidente - todo es más difícil. El adelanto de las elecciones obliga a Junts a tomar una decisión rápida y ninguna está clara. Si continúan con su apuesta por Puigdemont se arriesgan a volver a entrar en una ciénaga de incertidumbre y tempos que no cuadran entre sí.

Un camino en apariencia despejado

El expresidente tiene mil frentes judiciales en marcha, pero ninguno de ellos le impide presentarse a las elecciones. Ahora bien, su intención era presentarse no como en el 2021, o sea, como un candidato simbólico, sino presentarse como un candidato de pleno derecho. Pero la oportunidad que tenía para dejar de ser un Dalái Lama del independentismo en 2025 se ha esfumado con el adelanto de las elecciones.

Aragonès ha aprovechado la fuerza del rival para adelantar las elecciones. Como él mismo ha dicho, si la ley de amnistía no está ya vigente es por culpa de Junts y sus exigencias. Es decir, que la prisa ha cambiado de bando. Y ahí está el quid de la cuestión: Puigdemont lo fio todo a conseguir un blindaje perfecto y eso ha tenido un coste temporal que, ahora, de repente, le llega con intereses de demora.

Plano medio corto de Pere Aragonès sonriendo

De hecho, una de las noticias de esta semana era que Junts seguía pidiendo blindaje para Puigdemont. Concretamente, que se eliminara el famoso artículo 43 bis de la Ley de Enjuiciamiento Civil que, a efectos prácticos, permitía atrasar la amnistía. Y no solo eso: Puigdemont también quería cambios en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para evitar que le pasara lo mismo que a Junqueras: que le quitaran el acta de diputado por estar procesado.

Con este panorama, la pregunta es ¿Y qué implica el adelanto de las elecciones para la situación jurídica de Puigdemont? Nada. Y ahí está el problema: judicialmente, se puede presentar, pero políticamente tal vez no le interese hacerlo.

Un rosario de obstáculos

Puigdemont puede mirarse en el espejo de Toni Cantó. Y es que, ironías de Cataluña, tal vez Puigdemont no pueda presentarse si no está empadronado en Cataluña. Puede parecer anecdótico, pero el Tribunal Constitucional impugnó una lista electoral del PP porque Toni Cantó no se había empadronado a tiempo en Madrid. O sea, que hay jurisprudencia. 

Pero supongamos que cumple los requisitos penales - que los cumple - y los civiles. En caso de presentarse, Puigdemont sería diputado del Parlament, pero, por no poder pisar España, no podría recoger presencialmente el acta de diputado. Nuevamente, hay precedentes: el también fugado Lluís Puig consiguió el acta de diputado sin ir a buscarla presencialmente. Es decir, que en este punto se puede dar el beneficio de la duda.

Pues bien, supongamos que también consigue el acta de diputado. En ese caso, volveríamos a 2018, con Puigdemont presentándose como candidato a la investidura sin estar presente en el debate de investidura. Sobre este punto, el Tribunal Constitucional fue taxativo y dejó claro que eso no era legal. De hecho, advirtió al entonces presidente del Parlament, Roger Torrent, de posibles delitos penales si le dejaba presentarse a la investidura.

Carles Puigdemont, en primer plano y Jordi Puigneró, Jaume Giró y Josep Rius detrás

La pregunta entonces es ¿Puigdemont llegará a tiempo en julio para el debate de investidura? Tampoco está claro. A pesar de conseguir un acuerdo con el PSOE para la amnistía, a la ley todavía le queda un ‘via crucis’ en Europa ¿Se resignará entonces a volver al 2021 y ser cabeza de lista aunque sepa que no va a ser presidente? ¿Se curará en salud y se presentará a las europeas en junio? O sea ¿Quién será el candidato de Junts? 

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