El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 21 de febrero de 2024, en Madrid
POLÍTICA

Podemos le salva otra bola de partido a Sánchez: sale adelante la reforma fiscal

La suerte le sonríe al PSOE, que vuelve a cuadrar el círculo y pone de acuerdo a ‘Frankenstein’

Después de muchos desvelos e incógnitas, el Gobierno consiguió los contradictorios apoyos de Junts, PNV, ERC, BNG y Bildu para la reforma fiscal. Como viene siendo habitual, uno de los principales obstáculos era poner de acuerdo a ERC y Junts, que libran su particular guerra política. El gran escollo entre ambas formaciones era el impuesto a las empresas energéticas y a la banca.

Desde Junts - y con el apoyo del PNV - consiguieron tumbar el impuesto a las energéticas y hacer temporal el impuesto a la banca. ERC se negó en redondo a apoyar esto y, después de negociaciones de madrugada, el Gobierno consiguió un punto de equilibrio bastante inverosímil. Al final, el impuesto no se eliminaba, pero se hacía un poco más light con el fin de garantizar el apoyo de Junts.

De esta manera, se prorrogaba el impuesto durante un año y, al mismo tiempo, se le perdonaba a empresas comprometidas con la descarbonización, como es Repsol, que tiene grandes inversiones en Tarragona. Esto permitía a Junts apuntarse un éxito nada desdeñable y reforzar su discurso de que son los defensores de Cataluña en Madrid. Por su parte, ERC ha tenido que hacer malabares para mantener una postura fiscal de izquierdas y la defensa de los particulares intereses económicos de Cataluña.

Míriam Nogueras con expresión seria en un entorno interior.

Pero solucionar esto no garantizaba nada porque ‘Frankenstein’ tiene tantos miembros que algunos de ellos van por libres. Y es aquí cuando entra Podemos, que precisamente está en un momento de conseguir máxima visibilidad. A diferencia de ERC, Bidu y BNG, a Podemos no le convencía el impuesto light a las energéticas.

De hecho, ayer mismo, Irene Montero aseguraba en la cadena SER que la ministra de Hacienda le había dicho que el acuerdo con los partidos de izquierdas era un juego de trileros. “El PSOE le está tomando el pelo a la gente”, dijo Montero. “Hoy mismo nos ha reconocido que el acuerdo que ha firmado con Esquerra y Bildu para mantener el impuesto a las energéticas es mentira, porque Junts no lo va a votar. El PSOE ha firmado una cosa con Junts y la contraria con Esquerra”.

Imagen en una sede de Podemos de Ione Belarra, Pablo Iglesias e Irene Montero

Podemos le salva la cara al Gobierno

Sin embargo, estas presuntas declaraciones privadas de la ministra de Hacienda no han sido obstáculo para que Podemos le salve la reforma fiscal al Gobierno. Al final, los morados han permitido que saliera adelante. De este modo, Sánchez vuelve a anotarse uno de sus típicos episodios de supervivencia in extremis.

Más allá del ruido y los intentos de parecer fuerte, Podemos ha acabado adoptando la línea de ERC y las demás izquierdas soberanistas. Así, se aprueba el impuesto a las empresas energéticas, pero se salva a las que hagan inversiones ecológicas. En fin, que Junts consigue su objetivo de proteger las inversiones de Repsol en Tarragona.

Pedro Sánchez en un acto electoral del PSOE con rostro de preocupación

Más allá de la cuestión económica (recibir 7.200 millones de Europa), esta situación rebaja las expectativas de Podemos. Desde el partido morado, querían transmitir durante estas últimas semanas la idea de que su guerra contra Sumar no era un farol. Pero a la hora de la verdad han cedido ante la gran presión que significaba votar en contra.

Lo único que han conseguido, eso sí, es uno de los clásicos cheques del PSOE, que consisten en conseguir algo al momento a cambio de una promesa futura. En este caso, el Gobierno le ha prometido a Podemos un (nuevo) real decreto que, en el caso de que no haya mayoría con el resto de grupos parlamentarios, asegurará la prórroga del impuesto.

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