Pedro Sánchez no se fía de Yolanda Díaz
EL PSOE quiere evitar que la líder de Sumar gane protagonismo en el nuevo Gobierno
Pedro Sánchez no duda que volverá a ser el presidente del Gobierno. Está, además, convencido que a finales de noviembre máximo habrá investidura y que repetirá Gobierno junto a Sumar. Sabe que tiene por delante una legislatura difícil, con seis socios para negociar cualquier ley y presupuestos, pero ya se ha acostumbrado a vivir en el abismo. Sánchez, pues, debe favores y debe asumir concesiones como la amnistía, pero eso no quiere decir que no imponga sus condiciones.
La posición de cierta debilidad del PSOE es evidente, se ve a simple vista. Pero sin los socialistas, Sumar implosionaría al no poder gobernar y dar sueldo público a los suyos y los procesistas perderían la Generalitat y seguirían en Waterloo. Es un hecho y no se debe olvidar. Pedro Sánchez se ve obligado a comerse sapos, pero a la vez impone a la izquierda de su izquierda sus propias condiciones.
Tragó Pablo Iglesias y tragará Yolanda Díaz, que volvería a ser vicepresidenta tercera. La líder de Sumar no solo deberá asumir la posición del Gobierno de España en política exterior, sino que también se encontrará con perfiles similares al suyos que tendrán más poder en el ejecutivo. Si una cosa tiene el PSOE es que funciona como un partido de los de antes y estas cosas no se le escapan.
Habrá, pues, una vicepresidenta primera, que no será Nadia Calviño, pero que tendrá un perfil similar a Yolanda Díaz. Pedro Sánchez necesita a una mujer parecida a Calviño, que vaya más allá del PSOE y alguien que tenga esa frescura que algunos ven en la número uno de Sumar.
No hay que olvidar que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz son compañeros, pero también rivales electorales. Si el PSOE quiere crecer en un momento de polarización política, lo debe hacer más mirando hacia la izquierda que hacia el centro. Sánchez ya sumó el 23 de julio ese voto moderado que tenía cierto miedo a Vox, de modo que donde puede pescar más es en Sumar y no en el PP.
Es por eso que el PSOE tiene muy claro que la nueva vicepresidenta primera debe tener un perfil importante, debe ser alguien con tirón público. Tiene que contrarrestar además a Yolanda Díaz en lo económico, consciente que el modelo de Pedro Sánchez y de los socialistas es el de la Unión Europea y no el de Sumar, con aún cargos que vienen del PCE.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz mantienen una relación estrecha, pero el presidente en funciones no le regalará nada. Sumar mantendrá su perfil bajo en el Gobierno y las cuestiones económicas las decidirá el PSOE.
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