Carles Puigdemont, obligado a tomar una decisión
El PSOE obliga a Junts dejar la unilateralidad si quiere la amnistía
Se acerca el momento: Carles Puigdemont y Junts per Catalunya deben escoger entre la amnistía y olvidar la vía unilateral o seguir siendo un outsider de la política. Así lo ha anunciado el PSOE, que también pone sus condiciones a la investidura, consciente que nadie quiere nuevas elecciones.
Pedro Sánchez aprovechó el 12 de octubre para hablar con los medios y trasladar su parecer ante las negociaciones con ERC y Junts per Catalunya. El presidente en funciones aseguró que su partido ya tiene una propuesta de ley de amnistía, que no distará demasiado de la que presentó Sumar hace unos días. Lo que queda claro es que esto no será un escollo: habrá amnistía y los de Waterloo podrán volver a Cataluña.
Lo que pasa es que el PSOE también pide cosas a cambio más allá de los 14 votos para contrarrestar una opinión pública desfavorable. Sobre todo a Puigdemont, que en los últimos años ha optado por alejarse de la centralidad tanto en el Parlament como en el Congreso. Pedro Sánchez se fía poco de Junts y no ha dudado en pedirles un compromiso público con la "seguridad jurídica". En otrs palabras: que renuncian a la vía unilateral y a otro uno de octubre.
Como bien recuerda El Periódico, tampoco es nada nuevo, lo hizo Quim Torra en 2018 en ese pacto en Pedralbes con Pedro Sánchez. Si ahora lo hace Puigdemont, pero, sería otra cosa. Significaría cerrar en cierto modo el Procés, aunque nos quieran vender lo contrario.
Pedro Sánchez quiere ahora gestos por parte de los procesistas tras el viaje de Yolanda Díaz a Waterloo y su llamada de 40 minutos con Oriol Junqueras. De ERC se fia porque sabe que prioriza mantener la Generalitat y eso se lo garantiza el PSC. De Carles Puigdemont y de Junts, un poco menos.
Carles Puigdemont: 'The Decision'
Como si se tratara de un documental de Lebron James o Antoine Griezmann, todo el mundo espera la decisión de Puigdemont. De ella depende el futuro de la política española y, por extensión, catalana.
Si Junts per Catalunya asume el marco legal a cambio de la amnistía, el procesismo entierra su camino iniciado en 2010 de modo definitivo. Digan lo que digan, vendan lo que vendan. Puigdemont volverá a Cataluña, con todas las implicaciones que conllevan, pero siendo el garante de la estabilidad española.
Si, de lo contrario, Junts decide votar en contra de la investidura, iremos a nuevas elecciones, Puigdemont seguirá en Waterloo y acercará al PSOE a la centralidad política. Nuevas elecciones no beneficiarán a los procesistas y quizás serían una bola extra para Feijóo. Junts seguiría siendo 'pura', alejada del poder y la escisión de la parte más pragmática estaría más cerca.
Como ven, ninguna de las dos opciones es óptima para Carles Puigdemont. Haga lo que haga tendrá consecuencias a corto plazo y deberá asumir que su relato será distinto. Supongo que es lo que tiene la vida adulta.
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