El origen de los menas que llegan a Cataluña desmonta el principal mantra progre
Más del 50% proviene de un país sin guerra y sin hambrunas
El aumento de la inmigración ilegal ha generado un intenso debate en Cataluña. Una parte cada vez mayor de la sociedad muestra su preocupación y pide medidas restrictivas para amortiguar el impacto económico y de la seguridad de la inmigración masiva. La izquierda, mientras tanto, no se mueve un milímetro de su posición y apela a los supuestos beneficios de la inmigración y a razones humanitarias.
El debate se ha intensificado en torno a la propuesta del Gobierno para reformar la ley de extranjería y repartir los menas llegados a Canarias por todo el territorio español.
En este sentido, uno de los principales mantras de la izquierda tiene que ver con que los inmigrantes que llegan a las costas españolas huyen del hambre, la miseria y las guerras. Algo real en muchos casos, pero no en la mayoría. Al menos en Cataluña, donde los datos oficiales de la Generalitat sobre el origen de los menores no acompañados desmiente este argumento para justificar la acogida de inmigrantes incluso por encima de las posibilidades.
La izquierda apela a razones humanitarias
Estos días, a raíz del debate en el Congreso de los Diputados, la izquierda ha vuelto a apelar a razones humanitarias. En ERC han sido los más vehementes. Jordi Salvador ha dicho que “hay que acoger a los menores no acompañados incluso sin recursos porque es una cuestión humanitaria”.
El PSOE también ha insistido en esto. Patxi López argumentó que es un “asunto de humanidad” porque son “menores que están solos y se han ido de sus países por hambre, por guerras, buscando sobrevivir”.
El diputado de Sumar Nahuel González López también apeló a "los derechos de los niños" que "huyen de sus países en busca de un futuro mejor". Se trata según dijo de "garantizar los derechos de la infancia" para que no queden desamparados" ante las "catástrofes y las crisis".
Estos mensajes han sido difundidos y ampliados por los medios de comunicación y los opinadores afines a la izquierda. En Cataluña inclusohay quien pide aumentar los impuestos para acoger más inmigrantes.
El origen de los menas
Según los datos oficiales de la Generalitat, más de la mitad de los jóvenes que atiende la DGAIA, un 51%, son de origen marroquí. En Marruecos no hay ningún conflicto y mucho menos una guerra. Si es verdad que hay grandes desigualdades sociales, la situación no se puede comparar con las hambrunas de otras partes de África o del mundo.
Solo el 35% de los menores no acompañados que llegan a Cataluña provienen de países subsaharianos, y el 6% de otros lugares del mundo.
Es decir, la izquierda dice que los menas que llegan a Cataluña huyen del hambre y la miseria pero más del 50% vienen de un país sin hambrunas y sin guerra. Otro dato llamativa es que Cataluña es después de las Islas Canarias la región que más menas acoge, muy por encima de sus posibilidades. Esto invita a preguntarse por qué la mayoría de menas llegan a Cataluña y dónde está el límite.
Un debate de fondo
Una parte de la sociedad cree que los menas se dirigen a Cataluña porque hay una política de tolerancia y favoritismo de las administraciones catalanes hacia la inmigración. Un buenismo que iría desde el favoritismo en las ayudas sociales hasta la mano blanda con la delincuencia. Esto explicaría el colapso de muchos servicios sociales, pero también un problema sangrante como el de la multirreincidencia.
Lo que sí es evidente es que la Generalitat controlada por ERC lleva tiempo fomentando la inmigración ilegal. Lo hace cada vez que apela a la acogida descontrolada, pero también cuando amplía la cobertura pública de los jóvenes que llegan por encima de la edad que marca la ley. Esta obliga a la Generalitat a hacerse cargo de los jóvenes hasta que cumplen los 18 años, pero en Cataluña tienen los gastos cubiertos hasta los 23 años.
Una teoría más retorcida pero no descartable apunta a que España envía más menas a Cataluña para desestabilizar la región e incluso perjudicar la identidad catalana. Esto no está demostrado. Lo que sí es seguro es que según los datos oficiales, la mayoría de los menas que llegan a Cataluña no huye de la guerra o del hambre como dice la izquierda.
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