Omar, de llamar ‘enferma mental’ a Sílvia Orriols a recibir una orden de expulsión

Omar Elabdali, así se llama el conocido activista de Ripoll al que la Policía Nacional le acaba de abrir un expediente de expulsión. Secretario de la Asociación Marroquí Juvenil del Ripollès, Elabdali se hizo mediático por sus críticas y faltas de respeto a Orriols. De hecho, esta asociación se creó de manera deliberada para contrarrestar el éxito político de Orriols.

En este sentido, el pasado junio, Elabdali llamó “enferma mental” a Orriols después de que esta criticara velo islámico. Este y otros episodios fueron bastante aplaudidos entre la prensa subvencionada. El Periódico, por ejemplo, hablaba del “mena que desafía a Orriols” en Ripoll.

Y la noticia de su expulsión ha caído como un jarro de agua fría entre los que defendían a Elabdali. Además, y según informa ElCaso, Elabdali también ha sido sancionado por faltarle el respeto a una agente por el hecho de ser mujer, concretamente, no quiso hablar con la agente. Por otra parte, el dispositivo policial ha levantado siete actas por tenencia de estupefacientes.

De hecho, este operativo se enmarca en una de las operaciones más importantes que tiene abiertas el Departamento de Interior, la Operación Daga. Se trata de una gran operación por toda Cataluña para controlar drogas, armas blancas y todo el tejido criminal en torno a ellas.

Orriols responde

La noticia ha sido muy bien recibida por parte de Orriols. La alcaldesa ha comentado lo sucedido a través de redes sociales y ha recordado la connivencia que tuvo la prensa con Elabdali. “El marroquí que El Periódico entrevistó para que dijera lo mala y malvada que era Orriols, el marroquí que coqueteaba con la CUP y que me acusaba de dificultar el empadronamiento de inmigrantes...”, ha dicho Orriols:

Y en un sentido muy similar han reaccionado los seguidores y simpatizantes de Orriols. Son muchos los que se preguntan cómo todavía se aplauden o defienden a colectivos que tienen marcados componentes misóginos. Al margen de que estos episodios, como ocurrió también con Wafa Marsi, refuerzan el perfil político de Orriols, que se reivindica públicamente como “islamófoba”.