La mitad de niños nacidos en Cataluña tiene como mínimo un progenitor extranjero
Cataluña está inmersa en un cambio demográfico de enorme calado y que cambiará por completo el futuro de la región
“Desde 1976, Cataluña casi solo ha crecido en población por la llegada masiva de inmigración extranjera, y últimamente registra saldos migratorios interautonómicos negativos de nacidos en España”. Así se expresa la Universidad San Pablo-CEU en el informe ‘Cataluña: declive demográfico de una sociedad multicultural’.
Entre los muchos datos aportados se encuentra uno de los más llamativos: que el 49,5% de los niños que nacieron en 2022 tenían como mínimo un progenitor extranjero. En el caso de la provincia de Gerona, “el porcentaje se superó con gran holgura”, señala el informe.
En cualquier caso, esta es una tendencia que también han confirmado otras instituciones como el Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad Autónoma de Barcelona.
En un informe publicado hace tres meses, hecho con motivo de la ‘Cataluña de los ocho millones’, el director del CED, Albert Esteve, confirmó que “la cifra de nacimientos seguirá decreciendo en los próximos años, y el peso de los nacidos de madre o padre extranjero aumentará, porque el peso de la inmigración en las franjas de edad en que se tienen los hijos es más elevado que en el conjunto de la población”.
Situación particular en Barcelona
El informe del CEU explica que “Cataluña es una de las CCAA con más población de origen extranjero, solo después de Baleares y a la par que Madrid”. Así mismo, “Cataluña destaca por la presencia de africanos (más de un 75%, marroquíes) y asiáticos (en particular, por los pakistaníes)”. Como también explican desde esta universidad, la inmigración africana y asiática se caracteriza por ser masculina, a diferencia de la hispanoamericana, que es más femenina.
Por ciudades, destacada la particular situación de Barcelona. A fecha de 1 de enero de 2023, y con datos del INE, los varones habitantes en Barcelona con edades comprendidas entre 20 y 29 años ya eran menos del 50%. “En concreto, el 46,6%”, aclara el informe.
Con respecto a las proyecciones a futuro, el Observatorio Demográfico del CEU no se sale de las tesis compartidas entre los demógrafos. “Si sigue llegando población extranjera, los inmigrantes y sus descendientes serán mayoritarios en unas pocas décadas en Cataluña. Incluso si no vinieran más - cosa que es improbable, al menos en los próximos años -, es seguro que el sustrato humano de la población catalana del futuro será muy distinto”.
La conclusión de uno de los autores del informe, Alejandro Macarrón, expresada en prensa, es contundente. “La Cataluña del futuro no será española, pero tampoco será catalana”.
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