Montaje con un primer plano de Giorgia Meloni y otra imagen de una fiesta rave en Cataluña

POLÍTICA

Meloni envía las rave a Cataluña

Los efectos de la mano firme de la presidenta del consejo de ministros de Italia llegan a tierras catalanas

Cataluña ha sido, en los últimos años, un referente en la organización de fiestas ilegales, llamadas rave. Recientemente, no son pocos los colectivos franceses que se dedican a organizar este tipo de fiestas en tierras catalanas. Y en los últimos meses, la situación política en Italia también ha provocado un aumento en Cataluña de las rave procedentes de este país.

Así lo han denunciado sindicatos de los Mossos d’Esquadra. “Nos preocupa la cantidad de raves que están habiendo y las que vendrán”, señala Alberto Palacios del sindicato USPAC. En buena parte, el aumento drástico de las fiestas ilegales en Cataluña tiene su origen en Italia. La mano dura de la presidenta del consejo de ministros, Giorgia Meloni, sumado a la laxa legislación que hay al respecto en Cataluña, han llevado a esta situación.

Y es que a Meloni no le tembló el pulso a su llegada al poder, en noviembre del año pasado. Su primer paquete de medidas contemplaba la presentación de un decreto ley para terminar con este tipo de fiestas. La receta era sencilla: un aumento importante de las penas para los organizadores de raves.

Ahora, cualquier “invasión de terrenos o edificios para reuniones de más de 50 personas que sean peligrosas para el órden, la seguridad o la salud pública” está duramente penado. La modificación del código penal especifica unos castigos de una multa entre 1.000 y 10.000 euros, además de enfrentarse a entre 3 y 6 años de prisión. De este modo, los que “organicen o promuevan” este tipo de reuniones y fiestas, quedaban advertidos.

La decisión de Giogia Meloni llegó tras una fiesta ilegal que fue la gota que colmó el vaso. Pocos días antes de la aprobación de la medida, miles de jóvenes italianos y de varios puntos de Europa se citaron en una rave celebrada en una nave de Modena. La presidenta del consejo de ministros italiano dijo basta y promovió el aumento de las penas. Eso sí, no sin la crítica de la oposición, que consideraba que vulneraba el derecho a reunión y manifestación.

Aquí, en cambio, la ley es mucho más laxa. De hecho, en alguna fiesta ilegal los Mossos simplemente se han limitado a identificar a los asistentes. Una diferencia evidente entre Italia y Cataluña que ha llevado a esta situación que denuncian varios sindicatos policiales. Entre ellos, el SICME, que avisa de que “no nos podemos convertir en un paraíso para estas actividades”.

Governo, Meloni: "Su rave party introdotta una nuova fattispecie di reato"