El mal rollo se apodera del PSOE

El Partido Socialista Obrero Español vive sus peores horas de campaña. El desastre de debate de Pedro Sánchez ha comportado consecuencias más graves de las que se podían prever y el desánimo se ha apoderado de Ferraz. Todas las encuestas marcan un descenso del PSOE y una subida de Alberto Núñez Feijóo, el peor escenario posible para los socialistas.

Fuera de las paredes de Ferraz, los dirigentes socialistas insisten en repetir que el líder del PP "mintió" en varias ocasiones durante el cara a cara. Su argumento es que el debate no tuvo un ganador claro porque fue "ruidoso" y Sánchez no pudo ser propositivo. Y, ya saben, cuando uno de los dos quiere hacernos creer que ha empatado es que la derrota ha sido severa.

Otra cosa es lo que dicen cargos importantes del PSOE cuando nadie los graba. Son conscientes del golpe que significó el debate y aún no entienden qué estrategia escogió Sánchez. Algunos señalan a su nueve jefe de gabinete Óscar López, otros a varios dirigentes de su entorno que apuestan por la confrontación. Lo que parece claro es que Pedro Sánchez se deja influenciar y esta vez le salió rana.

La decepción se está apoderando de los dirigentes socialistas. Solo quedan once días de campaña y la remontada parece imposible. Feijóo parece acomodado en los 140 diputados, una cifra que hace imposible una alternativa de Gobierno. La estrategia de Pedro Sánchez fue jugarlo todo a la carta del debate, 'pasar' de la campaña electoral e ir a ganar al plató y ahora no tiene capacidad alguna de dar caza al PP.

Cuando hay desánimo y mal rollo empiezan las voces críticas. A puerta cerrada son varios los cargos socialistas que no dudan en señalar al presidente del Gobierno. No entienden cómo pudo menospreciar a Alberto Núñez Feijóo y preparar el debate sin tener en cuenta a su rival. En Ferraz asumen que el debate no solo fue una derrota para el PSOE, sino que aún regaló más votos al PP.

De momento, estos mandos socialistas no quieren hablar en público. Faltan menos de dos semanas para conocer los resultados de las generales y la derrota de Sánchez puede ser aún mayor de lo esperado. Pero una cosa es que no rompan el silencio y la otra que sean estúpidos. Saben que el PSOE se encamina hacia un varapalo más severo de lo que marcan los sondeos. Y tienen claro que habrá solo un culpable: Pedro Sánchez.