Primer plano de Gabriel Rufián con cara de enfadado
POLÍTICA

Gabriel Rufián ya asume la derrota

Ni el principal socio externo de Pedro Sánchez cree en un triunfo socialista el 23-J

Desde el inicio de la precampaña, el objetivo de casi todos los partidos fue el mismo: “frenar a la derecha y a la extrema derecha”. Las estrategias de formaciones como ERC, Sumar o CUP (y evidentemente el PSOE), se han basado en evitar que PP y VOX ocupen la Moncloa los próximos 4 años. Pero incluso los implicados en esta batalla ya tienen asumido que Alberto Núñez Feijóo será el próximo presidente del Gobierno. Es el caso, por ejemplo, de Gabriel Rufián.

El diputado y candidato de Esquerra al Congreso ha evidenciado los aires de derrota que soplan en la izquierda. En un acto de campaña ha defendido luchar por mantener viva la mesa de diálogo, aunque gobierne el Partido Popular. “Sería poco democrático y poco comprensible internacionalmente decir que solo negociamos con unos”, justificaba. Rufián ya prepara el terreno para un escenario que cada vez parece más claro: el PP de nuevo en la Moncloa a partir de este verano.

Rufián asume que Feijóo será el próximo presidente del Gobierno, pero aun así cree que en la mesa de diálogo. Lo realista que es para una cosa y lo poco que es para la otra. Y es que el PP, igual que el PSOE, ya ha dejado claro que esta mesa de diálogo no tiene futuro.

Rufián y Pedro Sánchez en un pleno en el Congreso el abril del 2020

Ni Feijóo ni Pedro Sánchez tienen la más mínima intención de dar bola a este instrumento de ERC. Por un lado, los populares remarcaron que “ningún diálogo bilateral se puede referir a cuestiones que afecten al conjunto de españoles”. Por el otro, los socialistas consideran que ya han cedido mucho con los indultos a los políticos independentistas condenados por el 1 de octubre. Y también con la reforma del Código Penal, en el que se derogó la sedición y se modificó la malversación.

Gabriel Rufián sabe que la mesa de diálogo no tiene apoyos

De hecho, la mesa de diálogo se ha convertido en una apuesta solitaria de Esquerra. Porque ni Junts per Catalunya ni la CUP están demasiado por la labor de darle crédito. Básicamente, el único partido que en cierto modo apoya la propuesta del partido de Gabriel Rufián es Sumar.

En todo caso, la propuesta de mantener esa mesa con el PP en el Gobierno deja claro que Rufián y ERC ya tienen más que asumido qué pasará en el futuro. Y es que cada vez parece más evidente que el PSOE no podrá revalidar su mandato. Las encuestas son claras en este sentido. La remontada de Pedro Sánchez se está quedando corta y las sumas de Sumar, ERC o Bildu no dan para repetir lo que sucedió en la pasada legislatura.

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