Los partidos procesistas, los otros perdedores del debate

Pedro Sánchez fue el gran perdedor sin lugar a dudas del cara a cara con Alberto Núñez Feijóo. El actual presidente del Gobierno estuvo crispado y no fue capaz de encontrar su tono ni marcar el relato. Fue a remolque del PP y su estrategia de situar a Vox en el centro del debate fue como un boomerang que le estalló en los morros.

El líder del Partido Popular ha encontrado en su propuesta de respetar la lista más votada un modo inteligente de responder cuando se le pregunta por Vox. Y Pedro Sánchez, pese a tener un ejército de asesores, no lo vio venir. Y, como un castillo de naipes, el socialista se derrumbó. 

Antes de la debacle vimos a un Sánchez ancorado a la izquierda, con un discurso más propio de Sumar que el de un candidato que busca el centro. Funambilsta como pocos, el presidente interpreta ahora el papel de activista político y social en contraposición a Santiago Abascal. Pedro Sánchez presume de su política económica, de los impuestos a las clases medias y altas y de leyes como la Trans. Solo hay una cosa de la que se ha olvidado: de sus pactos con independentistas y nacionalistas.

El líder del PSOE aseguró que no ha gobernado con Bildu y Esquerra, sus socios principales. Como cuando te encuentras a un ex por la calle y disimulas cambiando de acera. Para Pedro Sánchez, Rufián y Otegui son simplemente conocidos, aunque el vasco le recuerde que son compañeros de viaje.

Este es el nuevo discurso de Sánchez, hacer ver que no conoce a los indepes. Y con esta premisa no quiso ni nombrarles. Ya no existe la mesa de diálogo ni hay la intención de dar más concesiones a ERC en Cataluña. Suerte que estaba Alberto Núñez Feijóo para recordarle que el Gobierno de PSOE y Sumar han indultado a los líderes del Procés y han eliminado la sedición, que quiere recuperar.

"De todos los presidentes que ha habido en España, el que menos ha respetado la Constitución ha sido usted. Porque usted gobierna con los partidos que incumplen con la Constitución", le recordaba Feijóo. Sánchez, acorralado, pasó de puntillas y ni nombró a sus socios. 

ERC y Junts se presentan a estas elecciones con la intención de hacer sudar a Pedro Sánchez si quiere una investudira. De hecho, los juntaires directamente le piden la autodeterminación para darle su apoyo. La respuesta del socialista ayer fue el silencio y la amnesia. Sin lugar a dudas, tras Sánchez, estos dos partidos fueron los otros grandes perdedores del debate.