Montaje con dos planos medios de Pedro Sánchez a la izquerda de la imagen y de Alberto Núñez Feijóo a la drecha, los dos alzando un brazo, y de fondo una imagen del Congreso de los Diputados

POLÍTICA

Pedro Sánchez pierde el debate y casi las elecciones

El presidente del Gobierno no encuentra su tono y Feijóo sale vencedor

Si yo fuera el asesor de Pedro Sánchez actualizaría mi perfil de Linkedin para buscar trabajo. Pedro Sánchez ha perdido su gran oportunidad de atrapar al PP el 23 de julio y parece muy difícil que el presidente del Gobierno pueda ganar las elecciones.

Sánchez ha sacrificado los últimos cuatro días de campaña para preparar el debate, consciente de su importancia. No lo hemos visto en actos públicos y su decisión solo hacía que incrementar las expectativas de su cara a cara con Feijóo, a quien seguramente ha menospreciado.

Quizás sea la autoestima o la soberbia, pero esta noche Pedro Sánchez ha sido todo lo contrario de lo que nos tenía acostumbrados. Ha querido mostrar una imagen de enfado, señalar a Feijóo como un radical y amigo de Vox. Y, claro, el candidato del PP puede ser muchas cosas, pero es un hombre tranquilo, para algunos plano, pero nada estridente.

Parecía que era Pedro Sánchez el candidato y Alberto Núñez Feijóo el presidente. Sánchez atacaba con Vox, Feijóo le proponía respetar la lista más votada. Aunque el PSOE sabía que esta sería la medida estrella de los populares en el debate, no han sabido dar respuesta. Sánchez se reía, por asomo de Feijóo y no encontraba tono para confirmar que aunque pierda, intentará seguir gobernando.

Hasta Gabriel Rufián, su gran aliado estos cinco años ha asumido la derrota televisiva del PSOE. Quizás en otros sectores de la izquierda querrán imponer la imagen de un debate agrio, de tablas, sin ganadores. Pero hasta ellos mismos son conscientes que solo una victoria clara esta noche podía servir a Sánchez.

Sánchez fracasa al querer situar a Vox en el centro del debate

Parece que el PSOE solo había encontrado un argumento para fustigar al PP: sus pactos con Vox. Pero Feijóo daba una respuesta cada vez. Si Sánchez sacaba a Abascal en las cuestiones de violencia a la mujer, el popular hablaba de la ley del 'Solo sí es sí'. Cuando el PSOE se refería al miedo en Europa a Vox, Feijóo pregunta por  la nueva relación de Sänchez con Marruecos.

¿Vox en el Gobierno? El gallego le pedía respetar la lista más votada. Y hasta Bildu, ERC o Yolanda Díaz. Alberto Núñez Feijóo no estaba especialmente cómodo hablando de Vox, pero tenía argumentos y respuestas para todo.

Pedro Sánchez ha ido moderando su tono, gracias también a Ana Pastor, que le ha echado un cable. Pero no ha sabido escuchar al candidato popular ni mostrar respeto. Si Sánchez buscaba la centralidad ha fracasado. Si se quería acercar a la izquierda, no ha encontrado el modo de mostrar a Feijóo como el demonio.

No es tampoco que Alberto Núñez Feijóo haya tenido un debate estelar. La televisión no es su fuerte y quizás por eso ha salido ganador del debate. Se esperaba poco de él y ha sido mucho mejor que Pedro Sánchez en su terreno. El actual presidente del Gobierno ha olvidado su sonrisa para intentar ser algo que no es y ha perdido. 

Faltan tan solo doce días par el 23J y Pedro Sánchez no ha aprovechado su gran oportunidad. Parece muy complicado que su operación remontada sea un éxito.