Los malos resultados de la CUP son ‘culpa de ERC’

En las pasadas elecciones municipales, el procesismo sufrió un duro revés. El ejemplo más evidente fue Esquerra y los 300.000 votos que perdieron respecto a los últimos comicios. Pero nadie se libra. Porque otro ejemplo es la CUP, que perdió 43.000 votos y en menos de 10 años ha perdido casi la mitad de los apoyos que había llegado a obtener.

A pesar de haber gritado a los cuatro vientos que el mal resultado del 28 de mayo obligaba a hacer autocrítica, lo cierto es que la CUP parece lejos de llevarlo a cabo. Da esta sensación cuando no ha habido cambios en la cúpula del partido a pesar de que un sector pidió dimisiones. O cuando deciden presentarse al Congreso con prácticamente las mismas caras de la última legislatura. Los ya diputados Albert Botrán y Mireia Vehí encabezan las listas de Barcelona y Girona respectivamente. 

Esta semana, en el Parlament, hemos vuelto a ver otro ejercicio de “autocrítica” de la CUP: culpar a ERC de los malos resultados electorales. Eulàlia Reguant señalaba a la mesa de diálogo de Esquerra con el Gobierno como la motivación de “desconcierto, frustración y desmovilización” del independentismo. Y pedía a Pere Aragonès un “balance político y público” sobre los resultados de las negociaciones con el estado.

El presidente de la Generalitat, que tampoco se ha caracterizado nunca por ser un prodigio de la autocrítica, aseguró que la mesa de diálogo ha tenido “réditos evidentes”. En este sentido, remarcaba la derogación de la sedición y la liberación de los políticos presos por los hechos del 1 de octubre de 2017.

Estos “réditos” que señalaba Pere Aragonès no convencieron a los otros dos partidos procesistas, Junts y la CUP. Pero parece que tampoco lo hizo con muchos independentistas. Y es que Esquerra no solamente perdió 300.000 votos en las pasadas municipales. Para las próximas generales, el panorama no se presenta mucho mejor para los republicanos.

Todas las encuestas dan un claro descenso a la formación de Oriol Junqueras, Pere Aragonès y Gabriel Rufián. Algunos sondeos les quitan 1 o 2 escaños respecto a los 13 que tienen actualmente en el Congreso de los Diputados. Pero hay otros que directamente auguran una caída de casi la mitad de los apoyos obtenidos hace 4 años. Mientras, la campaña independentista por la abstención sigue ganando adeptos, mientras candidatos republicanos usan el insulto para intentar frenarla.

Por parte de la CUP, el panorama no es mucho mejor. Si bien algunas encuestas pronostican que podrán mantener sus dos escaños por Barcelona, también ha sondeos que les dejan sin representación en el Congreso.