Lluís Llach pide dinero y la respuesta de la gente no es la que se esperaba

Además de facilitarle la vida a Junts y de obstaculizar a ERC, gran parte de la actividad de la ANC consiste en vender cosas.

En su día, la entidad que preside Lluís Llach era, junto a Òmnium Cultural, el principal proveedor de simbología independentista. Se especializaron en ropa y vestuario, con gran protagonismo para las camisetas. Aunque, como vimos hace unas semanas, el negocio no estaba solo en cubrirse el torso, sino también la cabeza.

Hace poco, la ANC hacía publicidad de sus sombreros de paja, que destacaban por sus características. Entre ellas, su “alta peligrosidad”, que se limpian solo con “unas gotas de Fairy” o que también pueden “esconder presidentes”.

Este anuncio de sombreros se llenó de comentarios críticos y también humorísticos. Y son mayoría los usuarios en redes sociales que consideran que la ANC no está, ni ha estado, a la altura de las circunstancias. Y también que los anuncios de esta clase no hacen más que añadir una losa de vergüenza ajena al proyecto independentista.

Pero, a pesar de las críticas, la ANC no cesa en su empeño comercial. Se conoce que la Diada está cerca y que, además de hacer caja, hay que levantar los ánimos del electorado de Junts.

Más críticas a la ANC

Con una lógica bastante elemental, Lluís Llach ha publicado un mensaje en redes sociales explicando que “Tan sencillo como esto. Cuantas más camisetas vendamos, mejor podremos hacer el trabajo por nuestra independencia. ¿De qué debemos avergonzarnos?”.

El mensaje viene referenciado con otra publicación de la ANC en el barrio de Gràcia, que invita a la gente a conseguir su camiseta para la Diada:

Pero si la ANC no cesa en su intención de vender ropa, tampoco los usuarios cesan en sus críticas y burlas hacia la ANC.

El mensaje de Llach se ha llenado de comentarios que insisten en la necesidad de que la ANC deje de provocar vergüenza ajena. De la misma manera, tienen bastante claro qué es lo que necesita de verdad el movimiento independentista.

“No hacen falta camisetas, hace falta gente en la calle. Hace falta gente desobedeciendo, hacen falta políticos valientes”. “Pensaba que un proceso de descolonización implicaba bloquear las carreteras o hacer una huelga indefinida para provocar la quiebra económica del invasor”, “La clase política ha destruido el independentismo. La población ya no cree en la libertad de Cataluña.”