Montaje de Carles Puigdemont y otros dirigentes de Junts con una foto de Pedro Sánchez
POLÍTICA

Las 7 horas que cambiaron el discurso de Carles Puigdemont y exasperaron a Sánchez

El PSOE daba por hecho a media mañana el acuerdo con Junts, pero Puigdemont cambió de opinión


Pedro Sánchez y su equipo lo tenían todo preparado en la mañana de ayer jueves para anunciar la fecha de investidura para la semana que viene. Los acuerdos con Junts y ERC estaban cerrados y la intención de los socialistas era que se anunciasen el mismo día. La voluntad era la de no dar más protagonismo a Junqueras o a Puigdemont. Porque, si algo han aprendido los negociadores socialistas, es que ERC y Junts no se tragan y ya no disimulan.

Eran las doce de la mañana cuando Junts per Catalunya hacía público que su cúpula estaba reunida en Bruselas para valorar el estado de las conversaciones con el PSOE. Se filtró, además, que Puigdemont daría una rueda de prensa en media hora, antes de la una del mediodía. Todo estaba previsto, pues, para dar por cerradas las negociaciones, aún más tras la foto del expresident con Santos Cerdán, número tres de Sánchez. 

El problema es que poco antes ERCse avanzó y comunicó que había llegado a un acuerdo con el PSOE por el traspaso "integral" de Rodalies, sin dar más explicación. Los altos dirigentes de Junts no recibieron demasiado bien el anuncio, aún más sin saber la letra pequeña del acuerdo. El diálogo entre las dos fuerzas indepes es nulo, de modo que ninguno de los dos sabe qué negocia exactamente el otro.

Santos Cerdán y Carles Puigdemont, reunidos en Bruselas, sentados en un sofá

El traspaso de Rodalies -aún más sin saber en un inicio los detalles- dejó a Carles Puigdemont descolocado. Su intención era anunciar un principio de acuerdo con la ley de amnistía y el relator internacional, algo que quedaría eclipsado por  Rodalies. Los nervios se apoderaron de la reunión de Junts, que se alargó durante horas, mientras los periodistas esperaban una rueda de prensa que no llegaba. Justo entonces, ERC y el PSOE anunciaron ruedas de prensa esa misma tarde para explicar el contenido íntegro del acuerdo

Se hizo la hora de comer, entró la tarde en Bruselas y no había noticia alguna de Carles Puigdemont. Los dirigentes de Junts estaban pactando un nuevo relato, buscando el modo de contrarrestar el anuncio de Oriol Junqueras. Fue entonces, a las cuatro y media de la tarde, cuando alguien del entorno de Puigdemont filtró que la cosa no estaba para echar cohetes. La prensa afín a Waterloo hablaba de "exigencias no asumidas por el PSOE" y centraba el foco en la ley de amnistía.

Llega la tarde, sigue el silencio

Llegaron las cinco de la tarde y las ruedas de prensa de Félix Bolaños y de ERC. Habló Oriol Junqueras desde el partido y Pere Aragonès desde la Generalitat, aprovechando el momento y el vacío que les había dejado Junts. Se puso cifra a la condonación de parte de la deuda del FLA, se explicó cómo sería el traspaso de Rodalies -o parte de él, realmente- y se volvió a hablar de la mesa de diálogo.

Era ya las siete de la tarde y el PSOE aún esperaba la respuesta de Junts, siete horas después. Los socialistas, descolocados, no entendían qué estaba pasando, qué había cambiado en siete horas. Hasta que se dieron cuenta de que, como dice el tópico, no eran ellos, que el problema era del otro. La pugna entre indepes volvía a priorizar las decisiones políticas y dejaba el acuerdo en el aire.

Poco después, cuando la noche ya había caído tanto en Bélgica como en España, Carles Puigdemont daba señales de vida. "Siempre hemos dicho que por tratar con el sistema político español todas precauciones son pocas. Nos mantenemos, y nos afianzamos. No cambiaremos la prudencia y precauciones que hemos mantenido hasta ahora por más prisas que algunos tengan", decía Puigdemont.

Carles Puigdemont evitó explicar por qué desconvocó su rueda de prensa y qué había cambiado durante el día. La intención de Junts era convocar la ejecutiva por la tarde y no se reunió. Variaron sus planes de imprevisto al mediodía sin explicación alguna. 

Pedro Sánchez y el PSOE vivieron en sus propias carnes este jueves qué sucede cuando uno depende de Puigdemont y de Junts. Es posible que consigan un acuerdo para la investidura y que Pedro Sánchez sea presidente con los votos de los juntaires. Pero que coja nota el PSOE si su legislatura va a depender de Carles Puigdemont.

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