Primer plano de Albert Batet durante una intervención en el Parlament de Cataluña
POLÍTICA

Junts perdona la vida a Pere Aragonès para ganar tiempo

Albert Batet le da una "última oportunidad", que esconde las pocas ganas de los juntaires de ir a elecciones

"De un golpe de timón o solo le quedará la alternativa insoslayable de convocar elecciones. Intente que no sea una legislatura del todo quiebra: o rectificación o elecciones, no haga perder más tiempo". Así de contundente se mostraba Albert Batet, de Junts per Catalunya este miércoles en el Parlament.  "Frente a un Gobierno apagado, con enorme debilidad, ineficiente en la gestión y con una falta de credibilidad para la negociación con el Estado, solo puede tener sentido terminar la legislatura si hay un cambio de rumbo", añadía.

Junts per Catalunya, pues, perdonaba la vida a Pere Aragonès y al Govern monocolor de ERC. Sus anteriores socios le dan una vida más y le ofrecen una alternativa a las elecciones, "cambiar el rumbo". ¿Y eso por qué?, pensarán ustedes. Es fácil: el partido de Puigdemont necesita aún más tiempo para encarar unas elecciones al Parlament de Cataluña.

Es bien sabido que la formación juntaire no tiene ningún otro liderazgo aparte del de Carles Puigdemont. Hoy mismo era Albert Batet el encargado de replicar a Pere Aragonès, así que la cosa no está para tirar cohetes. La figura del de Waterloo es omnipresente y esto hace muy complicado encontrar el perfil adecuado para la lista del Parlament.

Perdió Laura Borràs contra Pere Aragonès y la lista de posibles nombres del entorno de Puigdemont no invita al optimismo. Junts, además, está pendiente de la amnistía y las implicaciones que se derivarían de ella. El expresidente podría volver a Cataluña y el tablero político se vería alterado, más allá de si los amnistiados se podrían presentar o no a unas elecciones.

Montaje con Carles Puigdemont visiblemente enfadado y Pere Aragonès sonriendo con el Parlamento de Catalunya de fondo

El futuro incierto de Junts tras pactar con Sánchez

Lo cierto es que Junts per Catalunya se encuentra ahora mismo en una posición de cierta fuerza. Han vuelto al foco mediático por sus negociaciones con Pedro Sánchez y las encuestas reflejan mejores perspectivas electorales. El problema es que ellos mismos saben que, en caso de llegar a un pacto con el PSOE, tienen más a perder que a ganar.

Para una parte del votante de Puigdemont, pactar con el Gobierno es venderse al diablo. Aunque haya amnistía, rodalies y cinco piruletas. Y es por esto que Junts per Catalunya también necesita tiempo y no pide elecciones ya a Pere Aragonès. Pasar el curso político hasta verano, tener meses para justificar su acuerdo con el PSOE y volver al hámster del referéndum. 

Junts y Carles Puigdemontno quieren ver ni en pintura a Pere Aragonès. Creen firmemente que ellos deberían ocupar su silla, pero ahora mismo no les va bien ir a elecciones. Deben solucionar su situación personal, buscar un candidato con fuerza e hacer creer que siguen siendo uniletaristas. No es poco trabajo.

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