
Junts y ERC se aferran al PSOE
Republicanos y postconvergentes centran sus críticas al PP ante un nuevo fracaso de su estrategia
El estrepitoso fracaso de la oficialidad del catalán en Europa ha dejado muy tocados a ERC y Junts. Los postconvergentes habían depositado muchas esperanzas en esta medida, en la que encontraron incluso la unidad con Esquerra. Su descarrilamiento vuelve a destapar las vergüenzas del acuerdo de investidura de los partidos independentistas con el PSOE.

El problema para ERC y Junts es que llegados a este punto no tienen más remedio que seguir sosteniendo a Pedro Sánchez. Necesitan al PSOE para desencallar una amnistía que no llega y completar los traspasos que no se acaban de materializar. También para mantener viva la esperanza con medidas como la de la oficialidad del catalán en la UE.
Es significativo que 24 horas después, Gabriel Rufián y Jordi Turull hayan evitado hacer sangre con el PSOE y hayan centrado sus críticas en el PP.
Turull y Rufián indultan al PSOE
Jordi Turull ha puesto en valor la “implicación” del Gobierno y la “coordinación” entre el PSOE y Junts en esta cuestión. Pero el secretario general de Junts ha dicho otra cosa llamativa. “Sabíamos que sería complicado”, ha dicho, y con un tono más bien pesimista ha apelado a “seguir trabajando” para “poder rematarlo”.
Esto es importante, porque en las últimas horas se han disparado las críticas a Junts por confiar excesivamente en promesas que se preveían difíciles de cumplir. Además, crecen las voces de analistas que afirman que las negociaciones no van precisamente por buen camino.
Gabriel Rufián no ha sido tan condescendiente con el Gobierno, de quien ha cuestionado su peso en Europa. Pero también ha centrado sus críticas en el PP. Tampoco ha dejado pasar la oportunidad de señalar que este es "un fracaso de Junts", obviando que ERC tampoco ha conseguido ninguno de sus grandes compromisos.
Más allá de las rencillas internas, está claro que ERC y Junts comparten estas últimas horas una misma estrategia. Indultar al PSOE y echar las culpas al PP y a la catalanofobia. Una estrategia calculada ante la necesidad de seguir sosteniendo al Gobierno de Pedro Sánchez.
Tregua de ERC y Junts con la Moncloa
ERC, y sobre todo Junts, vendieron su apoyo al PSOE como una oportunidad para conseguir avances históricos para Cataluña. De momento la amnistía sigue sin aplicarse, la oficialidad del catalán en Europa embarranca, y siguen sin materializarse los traspasos de Rodalies e inmigración. Esto evidencia que su estrategia ha sido un fracaso.
Hasta ahora, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont habían marcado un perfil duro e intransigente. Junqueras ha remarcado que su apoyo a los gobiernos socialistas es condicional, y que no le temblarán las piernas para hacerlo caer. Puigdemont ha amenazado en varias ocasiones con ultimátums para hacer caer a Pedro Sánchez.
Pero en las últimas semanas algo ha cambiado. ERC y Junts han firmado una tregua momentánea con la Moncloa ante semanas decisiones con decisiones importantes. Los independentistas necesitan ahora que el Gobierno tenga estabilidad para cumplir con los acuerdos.
La gesticulación ha dado paso a la discreción y la votación favorable en cuestiones que hasta ahora generaban tensión. Los independentistas evitan ahora el ruido para resolver temas como la oficialidad del catalán, la opa bancaria y la aplicación de la amnistía.

En el caso de Junts, su posición obedece a la necesidad de mantener vivo a Sánchez hasta resolver su dos grandes cuestiones (la amnistía y el catalán en la UE). Pero además, Puigdemont está recibiendo presiones de los empresarios para acercarse al PSOE y evitar que siga negociando las leyes con la izquierda. Finalmente estála incomodidad de pactar con el PP, sobre todo tras su ofensiva diplomática en contra de la oficialidad del catalán en Europa.
En el caso de ERC el apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez es menos incómodo. Además, los republicanos están sosteniendo al gobierno de Salvador Illa en Cataluña, y necesitan mantener la estabilidad de ambos.
Seguir en el poder a toda costa
ERC y Junts tienen claro que necesitan mantener su apoyo a Pedro Sánchez cueste lo que cueste. Con las encuestas en contra y sin una alternativa de gobierno clara, Sánchez les ofrece cobijo para sobrevivir un tiempo más. Junts sigue teniendo la llave de la gobernabilidad en España, y ERC una posición privilegidada en el Congreso y el Parlament.

Esto no solo les permite seguir teniendo relevancia política, sino continuar copando las principales empresas del Estado. Esta semana se ha sabido que el Gobierno propondrá a un dirigente de ERC, Albert Castellanos, como nuevo vocal del consejo de administración de Red Eléctrica. Se suma a los cargos de ERC y Junts en lugares como RTVE o Renfe.
Es difícil pensar que esto no vaya a tener costes electorales para dos partidos que son vistos en Cataluña como traidores y vividores. Pero de momento prefieren seguir tocando poder. Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina, y necesitan a Sánchez para obtener unas piezas de caza que poder presentar a su electorado.
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