La izquierda aplaude el boicot a Vox en unas fiestas en Cataluña
Colectivos antifascistas vuelven a aplaudir el acoso a otras formaciones políticas y Vox responde: 'nos darán la razón'
El pasado domingo se celebró la Fiesta Mayor de Terrassa, que se caracteriza por el baile de ‘Nans i Capgrossos’. Lo que parecía que iba a ser una jornada festiva acabó teniendo un aroma político. Los gigantes se negaron a bailar con los regidores de Vox y algunos colectivos de izquierdas se manifestaron contra la presencia del partido en la fiesta.
Ante esta situación, la regidora de Vox en Terrassa, Alicia Tomás, giró la tortilla y dijo a través de redes sociales que “el fascismo es una ideología que extermina a todo el que piensa diferente. Hoy los fascistas se disfrazan de antifascistas”. Así mismo, la delegación del partido en la localidad publicó un vídeo mostrando el desprecio que sufrieron:
Además del desplante de los gigantes y cabezudos, Vox también fue objeto de rechazo por parte de algunos colectivos de izquierda. Se trata de grupos habituales de la “lucha antifascista” y que se dedican a hostigar a formaciones políticas que consideran de extrema derecha. Entre ellos, destaca el colectivo Unidad Contra el Fascismo y el Racismo (UCFR), que celebraba con este mensaje el desprecio a Vox:
En realidad, el acoso de esta clase de grupos a otras formaciones políticas es ya algo habitual en Cataluña. Y lo cierto es que no se libra nadie. Desde ERC hasta S’ha Acabat y pasando por el Colegio de Periodistas, casi todos los grupos sociales y políticos han sufrido el hostigamiento de estos colectivos minoritarios.
Amenazas anteriores a Alicia Tomás
En cualquier caso, la regidora Alicia Tomás ya tiene experiencia a la hora de ser acosada. Sin ir más lejos, hace tres meses el mismo colectivo de UCFR pidió que se denunciara a Tomás por tener una posición crítica con la inmigración y el islam.
Así mismo, Tomás ha denunciado hasta en dos ocasiones haber sufrido amenazas. Primero, por intentar grabar un vídeo sobre la inmigración en su ciudad y, segundo, con mensajes en su correo electrónico y redes sociales que llegaban a amenazarle de muerte.
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