Guerra interna en la CUP por los malos resultados

Las elecciones municipales en Cataluña han evidenciado el mal momento que vive el independentismo. La caída de los tres principales partidos (ERC, Junts y CUP) fue más que evidente. Y esto ha provocado un terremoto importante en las tres formaciones.

Mientras ERCteme la llegada de VOX y PP a la Moncloa y Junts intenta repetir la fórmula de la lista conjunta con los republicanos, las bases de la CUP también han empezado a moverse.

Y es que un grupo de militantes de los anticapitalistas ha pedido públicamente la “dimisión inmediata e irrevocable” del Secretariado Nacional del partido y de los diputados en el Congreso, Mireia Vehí y Albert Botran. Asimismo, también quieren que dimitan los representantes ‘cupaires’ en el Parlament. Entre ellos se encuentran Carles Riera, Laia Estrada, Eulalia Reguant o Basha Changue (alcaldable por Barcelona que no consiguió representación en el pasado 28-M).

En un contundente comunicado, los críticos señalan que la CUP “ha renunciado a la lucha radical por la independencia” y que “han sustituido propuestas anticapitalistas por propuestas delirantes de origen anglosajón”. En este sentido, se quejan de que la dirección “ha asumido” propuestas de la “doctrina queer”. Es decir, por ejemplo, defender la prostitución como un trabajo como cualquier otro o propuestas como la Ley Trans.

Ponen en duda presentarse a las elecciones del 23-J

Por todos estos motivos, los impulsores del manifiesto piden dos Asambleas Nacionales. Una de ellas se pide de urgencia, para debatir y decidir si el partido se presenta a las próximas elecciones generales del 23 de julio. Además, también piden otra en otoño para elegir un nuevo Secretariado Nacional que sustituya al actual. La actual cúpula del partido, eso sí, debería dimitir “inmediatamente” mientras se conforma una junta gestora hasta esa asamblea de otoño.

De momento, la dirección no se ha pronunciado al respecto. De hecho, algunos militantes tildan ese manifiesto de falso, mientras hay otros que le quitan hierro al asunto.

Está claro, pues, que las últimas elecciones municipales han sacudido completamente el tablero político catalán, sobre todo, en el bando independentista.