El Govern pide una moción de censura contra Sílvia Orriols

El Govern de Cataluña se ha pronunciado abiertamente sobre la alcaldía de Ripoll, que desde el pasado sábado ostenta Sílvia Orriols. En la habitual rueda de prensa de los martes, el ejecutivo catalán ha atendido a los medios y ha mandado un claro mensaje a la líder de Sílvia Orriols. Laura Vilagrà ha deseado una moción de censura en esta localidad de Gerona, emplazando a todos los partidos a “revertir” la situación.

Antes de pedir la moción de censura a Sílvia Orriols, Laura Vilagrà ha cargado contra Junts per Catalunya. El partido de Laura Borràs no votó a favor del pacto entre Esquerra, PSC y CUP en Ripoll. Una decisión que permitía a la líder de Aliança Catalana (AC) proclamarse alcaldesa del municipio como fuerza más votada. Sílvia Orriols obtuvo más del 30% de los votos y 6 concejales, el doble que sus rivales, que necesitaban el apoyo de los ‘juntaires’ para desbancar a AC.

"Junts per Catalunya no estuvo a la altura. Ni desde la dirección nacional ni desde el ámbito local", exponía Vilagrà. Y es que la consejera de Presidencia de la Generalitat ha acusado al partido de Puigdemont de tener “unos planteamientos tibios” y “una negociación errática”. En este sentido, le reprocha que “varios grupos parlamentarios firmamos un acuerdo para no permitir que la extrema derecha entrara en las instituciones”.

Tras culpar a Junts del triunfo de Orriols, Vilagrà ha avisado de que el fracaso de las negociaciones en Ripoll “no es un hecho que no se pueda revertir”. Y ha dejado claro que “espera que se pueda trabajar para revertir esta situación”, aludiendo a una moción de censura, eso sí, sin nombrarla.

De este modo, el Govern habla sin tapujos de “revertir” lo que pasó en Ripoll el pasado sábado. Sílvia Orriols obtuvo la alcaldía del municipio gracias al no-acuerdo de Junts con ERC, PSC y CUP. Pero una pacto para una moción de censura podría dejar fuera del cargo a la líder de Aliança Catalana.

Primeros compases como alcaldesa

De momento, Sílvia Orriols ya ha estrenado su condición de alcaldesa. Más allá de lanzar la propuesta de cerrar las mezquitas salafistas que haya en Cataluña, también se ha encontrado con su primer contratiempo. Y es que la comisión de fiestas ha dimitido en bloque, en una decisión que ella misma ha catalogado de "comprensible".