El Govern fulmina a uno de los señalados tras el asesinato de Núria López
El nuevo ejecutivo catalán sigue aplicando cambios para mejorar el sistema penitenciario en Cataluña
Cambios importantes en la Consejería de Justicia de la Generalitat. Este martes, el Govern ha acordado la destitución de David Font al frente del CIRE, el Centro de Iniciativas para la Reinserción. Lo sustituirá Daniel Ortiz, hasta ahora director general de la Fundació Casa de la Misericòrdia de Barcelona. Se trata de una decisión determinante en el giro que quiere dar el nuevo ejecutivo al actual modelo penitenciario catalán.
David Font, pues, deja de ser el director del CIRE tras casi dos años en el cargo. Anteriormente, había sido director de la Agencia Catalana de Turismo (2019-2021) y es, desde 2010, alcalde de Gironella. Lo es por la agrupación de electores Més x Gironella, aunque antes lo había sido por Junts y por CiU. Sin embargo, más allá de cargos, el que fuera militante del PDeCAT fue uno de los señalados tras el asesinato de Núria López, la cocinera de Mas d’Enric que murió a cuchillazos a manos de un recluso.
Iulian Odriste, el asesino de Núria López, trabajaba en las cocinas de este centro penitenciario de Tarragona. Y lo hacía a pesar de tener antecedentes por haber matado a puñaladas a otra mujer. Quien se encarga de la gestión de los puestos de trabajo de los reclusos en las cárceles es precisamente el CIRE que, hasta ayer, dirigía Font.
Que en el caso de Núria fallaron los protocolos y se cometieron errores lo admitió incluso el Síndic de Greuges. Además, fuentes penitenciarias denunciaron a E-Notícies que en la incorporación de Odriste a las cocinas se priorizó la eficiencia (todos admitieron que el asesino desarrollaba bien sus tareas) a la seguridad.
De hecho, estas fuentes consultadas por este periódico aseguran que el CIRE era el primer interesado en tener al asesino de Núria en cocinas a pesar de sus antecedentes. Y que no sería de extrañar, afirman, que hubiera habido presiones a la dirección del centro para que recolocaran a Odriste allí tras haber agredido a otro recluso unos meses antes del fatal asesinato del pasado mes de marzo.
La destitución de David Font al frente del CIRE, pero, es uno de los varios cambios que el nuevo Govern está aplicando en materia penitenciaria. Y es que este lunes se conocía la modificación del protocolo que rige la inclusión de asesinos en según qué puestos de trabajo en las cárceles catalanas.
Un cambio celebrado por los trabajadores de los centros penitenciarios catalanes
Hace unas semanas, el anterior equipo de la Consejería elaboró un nuevo protocolo que seguía permitiendo el acceso de asesinos a puestos de trabajo con acceso a utensilios potencialmente peligrosos. El documento generó una oleada de quejas, especialmente de funcionarios de prisiones, y ahora el nuevo Govern, con Ramon Espadaler al frente de Justicia, ha dado marcha atrás con unas nuevas directrices.
Según el nuevo protocolo, los delincuentes con delitos de sangre estarán vetados en estos puestos de trabajo. Se corrige así una medida caracterizada por el buenismo que impuso la ya exconsejera de Justicia, Gemma Ubasart, y el exsecretario general de medidas penales, Amand Calderó. En declaraciones a E-Notícies, representantes del colectivo Marea Blava, que agrupa a los trabajadores penitenciarios en Cataluña, han celebrado el cambio de rumbo en esta materia.
“Entendemos que esta modificación es un acierto. La nueva medida no implica que este tipo de reclusos se queden sin trabajo, sino que se les dará espacios más adecuados y no en áreas dónde tengan acceso a tijeras, cuchillos y otros elementos que puedan ser usados para poner en riesgo la vida, la seguridad y la integridad del centro, del resto de internos y de los trabajadores”, explican. El sindicat CSIF también ha celebrado los cambios en los protocolos.
Según ha podido saber E-Noticias, este cambio de protocolos obligará a aproximadamente la mitad de internos que desarrollen tareas en estos puestos de trabajo a buscar alternativas. Será uno de los grandes retos que tendrá ahora el CIRE con su nuevo director al frente. Aunque el porcentaje de afectados variará según el centro y cada uno de ellos está calculando cuál será su afectación real, un gran número de reclusos violentos (en algún centro podría llegar al 75%) que ahora trabaja en cocinas, talleres o similares, tendrán que ser recolocados.
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