Damià Bardera, vestido con una camisa gris, tocándose la cara con una mano y mirando pensativo hacia un lado.
POLÍTICA

Un experto retrata como nunca el fracaso de la Educación en Cataluña

Denuncia que la escuela catalana se ha convertido en un otro espacio de ‘ocio’ para los alumnos

Una “extensión de los casales de verano”. Así ha calificado el escritor y profesor, Damià Bardera, las prácticas educativas en Cataluña.

Con motivo de la publicación de su libro Incompetencias Básicas, TV3 ha entrevistado a este profesor. Para sorpresa de muchos - y más en TV3 -, el profesor Bardera ha criticado con contundencia el modelo educativo imperante. Este profesor viene a decir que cada vez es más difícil distinguir el tiempo libre de la escuela.

Una alumna atiende durante una clase semipresencial de Matemáticas impartida por la jefa de Estudios, Celeste Molinero a alumnos de 4º de la ESO en el Colegio Ábaco, en Madrid (España)

“Muchos alumnos es probable que hayan ido a hacer casales este verano. Y no sé hasta qué punto habrán notado mucha diferente entre el casal y el instituto o la escuela”. Con estas palabras, Bardera critica la extensión del “ocio” al campo educativo:

Esta intervención se ha hecho viral y ha sido bastante aplaudida en redes sociales. Son muchos los usuarios que han mostrado su hartazgo por los modelos educativos wokes.

“Verdades como templos”. “El modelo woke crea rebaños de niños dóciles y sin capacidad crítica”. “Se dejan de lado los contenidos y los chavales están hartos de divagar”, decían los usuarios.

Un modelo que no funciona

Más allá de las críticas ideológicas al ‘wokismo’, hay razones objetivas para criticar el modelo educativo catalán. Con los datos encima de la mesa, resulta muy difícil considerar el modelo educativo catalán como un modelo de éxito.

Según los últimos resultados del informe PISA, los alumnos catalanes están por debajo de la media española. De hecho, Cataluña no obtenía una puntuación tan mala desde el año 2006. Así mismo, las puntuaciones en matemáticas o en comprensión lectora retroceden hasta niveles de hace veinte años.

Pero no solo se trata de un retroceso en conocimientos y competencias. La identidad y cultura catalana también somatizan los malos resultados educativos. En este sentido, las competencias básicas en lengua catalana también han reculado a niveles de hace una década.

Una profesora da clase el día del inicio del curso en el colegio de la Alameda de Osuna, a 5 de septiembre de 2022, en Madrid (España).

Por el momento, no se sabe cómo va a intentar revertir esta situación el nuevo Govern del PSC. Lo último que se supo fue que habían aprobado una partida de ocho millones de euros para reforzar las matemáticas. Esto recibió críticas de la oposición por considerar que no se acude al problema de raíz.

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