ERC se aprovecha de la debilidad de Pedro Sánchez para extorsionar al PSC

ERC habla de que los presupuestos españoles y catalanes “van paralelos”. Es decir, que el PSC saca adelanta los presupuestos de Aragonès o, si no, Sánchez se queda sin los suyos. Salvador Illa vuelve a estar en medio del tira y afloja.

Una cosa por la otra

El PSOE y sus socios nacionalistas en Cataluña y Euskadi están atados de pies manos entre sí. Una concesión en Madrid es otra en Barcelona y en Vitoria y viceversa. Los más perjudicados de este mercadeo son los barones socialistas: en Galicia y en el País Vasco las encuestas le traen malas noticias a Illa.

En Cataluña, esto significa para Junts una rehabilitación de Puigdemont y algún caramelo para el votante independentista. Pero ERC, al tener la Generalitat, necesita sacar adelante cuestiones reales. Máxime con el panorama que tiene: guerra civil dentro del partido y fracasos sociales como PISA o la huelga de sanitarios. 

Por eso, era de esperar que los republicanos mandaran en cualquier momento la cabeza de caballo de los presupuestos. La oficiante, Raquel Sans, portavoz del partido: que los dos presupuestos “van paralelos”. Luego, le ha dado un poco de cuerpo a lo previsible señalando que “todo el mundo tendrá que hacer renuncias”.

Cataluña pendiente de un casino

El “obstáculo” que les viene bien a unos y a otros para dibujar los límites del tablero es el Hard-Rock. ERC insiste en que “no es su modelo”, pero al tratarse de un capricho ideológico y de una exigencia del PSC, asumen la contradicción. Los Comunes son los que ponen más problemas al proyecto: el año pasado les parecía bien, pero ahora no.

De este modo, si Illa tiene que ceder ante Sánchez y sacar los presupuestos de Aragonès, la presión se redirigirá hacia los Comunes. Porque la lógica partitocrática apunta a que Illa tenga que apoyar necesariamente a ERC. Algo que PP, C's y Vox usarán para decir que el PSC no corta con el procesismo: todo lo contrario, que le aprueba los presupuestos.