El detenido en BCN por yihadismo, originario de Marruecos, tiene nacionalidad española
El acusado de distribuir propaganda yihadista desde Nou Barris es un ciudadano marroquí nacionalizado español
Ayer conocíamos que la Guardia Civil había detenido a un presunto terrorista en Barcelona. Se le investigaba desde hacía más de un año. Las autoridades sospechaban de él por sus conexiones con el extranjero y por su radicalización. El periodista Guillem Ramos-Salvat ha explicado que se trata de un nacionalizado español originario de Marruecos.
Propaganda a través de redes
La Guardia Civil y los servicios de seguridad del Estado detectaron que este sujeto usaba mensajes encriptados para apoyar al Daesh. Por lo que parece, el presunto terrorista desempeñaba una labor propagandística y de radicalización. Entre otras cosas, difundía explicaciones sobre cómo armar explosivos.
El arrestado tenía conexiones con países como Suecia y Canadá. Algo que apunta a una red internacional de simpatizantes yihadistas que se moviliza a través de redes. La investigación de la Guardia Civil señala una clara intención de captar a más miembros a través de plataformas digitales.
El detenido ya se encuentra en prisión provisional a la espera de juicio. Dada la conexión internacional del asunto, en la investigación han participado servicios de seguridad extranjeros. Entre ellos, los servicios de inteligencia franceses y suecos, así como la Europol.
Nacionalizado español
El periodista especialista en sucesos, Guillem Ramos-Salvat, ha señalado a través de redes que el presunto terrorista “tiene nacionalidad española y es originario de Marruecos”.
Esta situación apunta a la que es otra de las incógnitas sobre el debate de la inseguridad: el número de nacionalizados que cometen crímenes y que computan como nacionales. En el caso del yihadismo, esto obliga a prestar una especial atención a las personas que han conseguido la nacionalidad del país de acogida, pero que no se han desvinculado de la propaganda yihadista.
De hecho, no es del todo extraña la situación de personas que se radicalizan fuera de contextos de islámicos. Hasta el punto de formar una red internacional que obliga, como ha sido el caso, a que los servicios de seguridad colaboren entre sí.
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