Antisistemas agreden a un militante de Aliança Catalana en plena calle
Además de la agresión, la formación de Orriols denuncia que les han robado hojas de avales que contienen información personal
Se viven momentos de tensión en el municipio de Sant Sadurní d’Anoia. La formación de Sílvia Orriols, Aliança Catalana, ha denunciado una agresión a uno de sus militantes cuando este recogía avales. Así mismo, denuncian que han vivido episodios similares en Sabadell, Granollers y Arenys de Mar.
Más agresiones a Aliança Catalana
Desde que Orriols anunció su candidatura para las elecciones del próximo 12 de mayo el partido se encuentra en el proceso de recogida de avales. En el caso de Aliança Catalana esto consiste en paradas informativas y en una fuerte a presencia a pie de calle. Algo que aumenta las probabilidades de desencuentros o directamente de acoso y agresiones. De hecho, Sílvia Orriols denunciaba ayer en redes sociales que esta semana volvió a ser objeto de acoso en Ripoll.
Y el episodio que se ha vivido en Sant Sadurní d’Anoia, en el Alt Penedés, no es tampoco una novedad. Ya en alguna ocasión, militantes de izquierda de grupos antifascistas han acosado a la formación. Y según informaron ayer, grupos de extrema izquierda han agredido a un militante de Aliança Catalana mientras recogía avales.
El joven agredido ha ido a un centro de salud y acto seguido ha presentado una denuncia. Los Mossos d’Esquadra ya han identificado a uno de los agresores. La formación denuncia que también les han robado dos banderas y hojas de avales que contienen información personal de los firmantes.
Sílvia Orriols se ha referido a la agresión a través redes. Ha compartido un vídeo en el que aparecen varios jóvenes al habitual grito de “fuera fascistas de nuestros barrios”. "Hay que parar el tráfico de drogas que confunde y trastoca a nuestra juventud", ha dicho con sorna:
Desde Aliança Catalana explican que también en Sabadell, Granollers y Arenys de Mar varios de sus militantes han sido increpados por militantes de extrema izquierda. Todo esto obedece a la expectación política y social que despiertan los posibles resultados electorales de AC. También a la facilidad de movilización que tienen ciertos grupos antisistemas cuando dicen que hay una “alarma antifascista”.
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