La CUP pacta con el PSC en vísperas de las generales
En ERC también han pecado de coherencia
Este lunes, Amadeu Rosell (ERC) ha sido investido presidente del Consejo Comarcal del Ripollès, inaugurando la constitución del nuevo gobierno formado por ERC, PSC y la CUP para el periodo 2023-2027.
La coalición de gobierno tripartito de izquierdas que no pudo lograrse en Ripoll se materializa ahora en la entidad supramunicipal, a pesar de que los independentistas obtuvieron 15 concejales de 19.
La CUP, quien siempre ha criticado al PSC “de la cal viva” y del 155, han preferido un pacto de izquierdas antes que independentista. “Responde a la necesidad de luchar contra la nueva derecha populista”, ha dicho Àlex Medrano, uno de sus representantes. No parece muy sensata esa actitud a pocos días de las elecciones generales, donde todos los sondeos muestran que podrían perder la mitad de sus representantes por lo menos.
En ERC también han pecado de coherencia al pedir Pere Aragonès y sus máximos dirigentes, pactos solo con fuerzas independentistas, y criticar la actitud de Junts en la diputación de Barcelona y muchos ayuntamientos. Sin embargo, allí donde puedan encabezar un gobierno, como en las diputaciones de Lleida y Tarragona, o sea más cómodo de gobernar, no tienen ningún problema en entenderse con los socialistas.
Manoli Vega, candidata de Junts per Ripoll, denunció que ERC rompió un acuerdo logrado el 12 de junio para gobernar el Consejo, debido a presiones internas (según justificó Esquerra Republicana), para conseguir una moción de censura en la capital comarcal e investir a Chantal Pérez (ERC) como nueva alcaldesa. “No toleraremos este chantaje en un intento desenfrenado para lograr la alcaldía de Ripoll y vincularlo con el consejo comarcal”
Amadeu Rosell recibió 10 votos de su formación, el PSC y la CUP. Manoli Vega 7, los de su partido Junts y Aliança catalana, y finalmente 2 abstenciones de MES y IC. El nuevo presidente de la entidad declaró: “Mi objetivo principal es llegar a consensos y acuerdos donde tengan en su centro las personas, su bienestar y derechos”.
Sílvia Orriols, la líder de Aliança Catalana, se ha mostrado contraria al acuerdo y ha declarado: “… En vez de hacer recular los partidos imperialistas y del 155,
los hacemos partícipes de nuestros gobiernos normalizando su ocupación, ¿cómo quieren que el mundo nos crea cuando decimos que somos un pueblo oprimido? Si luego pactamos con el unionismo para lograr alcaldías, consejos comarcales y diputaciones…”. Parece que, con la ‘excusa’ de Aliança Catalana, la CUP sí que puede pactar con el PSC aunque no fuera necesario y existiera otra aritmética posible.
O al menos así lo piensa Àlex Medrano, de la CUP, que sostiene que hay que liberar la “mirada liberal imperante -en referencia a Aliança Catalana-”, “… Esta es una oportunidad para trabajar en políticas que permitan tejer un nuevo horizonte”.
Parece, pues que la CUP y ERC sí que pueden llegar a acuerdos con los socialistas si es por el enfado que aún llevan por lo sucedido en el Ayuntamiento de Ripoll.
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