Carteles de aqluiler en una fachada
POLÍTICA

Aviso para el tripartito: Barcelona vuelve a firmar el alquiler más caro de España

PSC, ERC y Comuns prometen vivienda pública, cientos de millones en inversión y control de alquileres

Tozuda, la realidad avanza a su propio ritmo, sin prestar demasiada atención a los espectáculos políticos. Y de un tiempo a esta parte, la realidad ha hecho un destacado acto de presencia en Cataluña en multitud de temas. Entre ellos, sobresale el problema inmobiliario.

Se trata de un problema fundamental que tiene implicaciones muy profundas. Nos referimos, por ejemplo, al crecimiento de la desigualdad social, que afecta sobre todo a los jóvenes. A su vez, esto provoca que se detenga el desarrollo normal de una sociedad.

Pero más allá de las implicaciones a largo plazo, el problema inmobiliario es un problema del presente. Y así lo vienen reflejando los datos mes tras mes.

Hombre con gafas y traje azul sentado en un entorno formal, con la mano en la boca y expresión pensativa.

Según los últimos datos inmobiliarios del Idealista, el precio de alquiler en España ha subido un 10,4% en julio de manera interanual. Nuevamente, Barcelona tiene el dudoso honor de tener los alquileres más caros de España. Con 21,6 euros por metro cuadrado, la capital catalana engorda todavía más su problema inmobiliario.

Un problema para Salvador Illa

El doble acuerdo ERC-PSC y Comuns-PSC contempla el problema de la vivienda, aunque lo haga con promesas faraónicas. Sobre todo, por parte de los Comuns.

Republicanos y socialistas se han puesto de acuerdo, dicen, para desarrollar un programa urgente de vivienda pública. Según el acuerdo, pondrán en marcha un programa para arreglar viviendas para aumentar la oferta de alquiler social. Así mismo, se comprometen a aplicar la ley estatal de vivienda y a regular el alquiler turístico.

Es decir, nada que no se hubiera propuesta el Govern del presidente Aragonès.

Un hombre con gafas y traje oscuro se toca la frente con una expresión pensativa mientras está sentado en un asiento rojo.

Por su parte, Comuns y socialistas han firmado prácticamente lo mismo. La diferencia está en que los Comuns, huérfanos de discurso, quieren capitalizar el problema de la vivienda para apuntarse méritos. Jéssica Albiach ya ha salido a decir que “esta legislatura será la legislatura de la vivienda y con este acuerdo lo podemos garantizar”.

En esta línea, los Comuns han hecho la carta a los Reyes.

Han anunciado que pondrán en marcha, y de manera urgente, la construcción de 50.000 pisos entre 2024 y 2030. Así mismo, los Comuns dicen haber conseguido que Incasòl promueva otras 15.000 viviendas de protección oficial. Es decir, 65.000 viviendas en total.

Y hay más. Al igual que los republicanos, los Comuns se apuntan a la regulación - la misma que ya han promovido desde el Ayuntamiento y el Gobierno central - y anuncian i) el control de los alquileres turísticos; ii) aprobar el régimen sancionador para garantizar la aplicación de la ley de vivienda.

Jessica Albiach en un mitin de En Comú Podem

Igualmente, han incluido un punto para “estudiar” la aplicación de un impuesto contra la especulación. Para acabar, se destinarán 350 millones de euros en 4 años (una legislatura) para ampliar el parque público en 5.000 viviendas mediante compra por tanteo y retracto, es decir, con prioridad para la administración pública.

Pero lo cierto es que mientras Barcelona siga acumulando población, el margen de maniobra será reducido. Es un problema de oferta, sí, pero también por exceso de demanda.

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