Montaje de Pedro Sanchez y Puigdemont cara a cara con una explosión de fondo
POLÍTICA

Aumenta la tensión en Junts y el PSOE: la Ley de Amnistía podría caer

Pasa el tiempo, Sánchez y Puigdemont no se ponen de acuerdo y con la decisión de los fiscales Junts insiste en incluir el terrorismo en la amnistía


Otra vez, las negociaciones entre Junts y el PSOE están estancadas. La reciente decisión de los fiscales del Tribunal Supremo ha complicado la ley de amnistía. El terrorismo es una línea roja que el PSOE no quiere cruzar, pero Junts sí. No aceptan el redactado actual de la amnistía y ven en la decisión de los fiscales otra razón para no ceder.

Nuevo obstáculo

Se veía venir desde el principio: la justicia iba a ser la principal fuente de problemas con la ley de amnistía. Y lo que ocurrió ayer lo confirma. La Junta de Fiscales del Supremo pasó de largo de la Fiscalía General del Estado y le da la razón al juez García-Castellón. O lo que es lo mismo: que puede acabar siendo el caso que investiguen a Puigdemont y a otros tantos - Wagensberg, por ejemplo - por delitos de terrorismo.

Esto ha complicado sobremanera las negociaciones con el PSOE. Después del voto negativo de Junts, en el PSOE todavía estaban seguros de que al final se aprobaría la ley de amnistía. Tenían una bala en la recámara: reformar la ley de Enjuiciamiento Criminal para recortar los periodos de investigación de los jueces. Ahora bien, nadie contaba con la decisión de ayer de los fiscales.

Por ahora, Puigdemont no se ha pronunciado y lo más probable es que se mantenga con su exigencia maximalista de incluir los delitos de terrorismo. Algo sobre lo que el PSOE no quiere ceder porque eso implicaría llevar al Constitucional y a Europa una ley con delitos de terrorismo de por medio. Al margen de que también sobrevuelan delitos de alta traición por la trama rusa, mucho más sensibles para Europa.

¿Cederá Puigdemont esta vez?

Y tiempo, no hay mucho. Ambas formaciones tienen hasta el día 21 de este mes para llegar a un acuerdo. La ley ha vuelto a la Comisión de Justicia y después irá a votación. Si no se aprueba, al tratarse de una ley orgánica quedará anulada.

Como decimos, las negociaciones han vuelto al punto de partida, lo que significa que ambas formaciones salen con posturas de máximos. Una de las grandes incógnitas es si Junts asumirá que ya han estirado demasiado al PSOE. Es decir, que si en Junts aceptarán el redactado de la ley tal y como está ahora. Algo que pide ERC, que ve en el blindaje un retraso innecesario en la ley de amnistía.

A falta de declaraciones desde Waterloo, todo apunta a que Junts no se baja del burro: en la decisión de los fiscales han encontrado más motivos para no moverse ni un milímetro. Y esto, para el PSOE, es un problema. Puigdemont ya ha demostrado que no va de farol y que, sin él, no hay legislatura. Pero sin legislatura del PSOE, tampoco habrá amnistía. Otra vez, toca mirar a Waterloo.

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