Ahora resulta que para el PSOE Junts per Catalunya es progresista
Los socialistas quieren un 'Gobierno de progreso' con Junts, a quien tildaban de trumpismo
Como cambian las cosas cuando uno está en política y quiere mantener el poder. Eso mismo deben pensar en Waterloo, ciudad de acogida de Carles Puigdemont tras fugarse de España, como reconoció el mismo Pedro Sánchez en 2019.
De eso ya ha llovido mucho deben pensar en la calle Ferraz de Madrid este lunes. Es más, hay que recordar que Pedro Sánchez no miente, sino que rectifica, de modo que ahora mismo el actual presidente del Gobierno estará modificando su idea de Carles Puigdemont. Seguramente él y Junts per Cataluña ya no es esa fuerza de derechas, heredera de Convergència y a quien situaban hasta hace poco al lado de PP y Vox.
Sorpresas te da la vida y ahora Junts per Catalunya es un partido político progresista para el PSOE. Parece muy complicado que pueda haber negociación alguna entre Carles Puigdemont y Pedro Sánchez, pero no creemos que nadie sea capaz de pronosticar nada. Los socialistas han pasado de relacionar a los juntaries con Trump a pedir su apoyo para evitar elecciones anticipadas. De hecho, ya usan a su escudero Gabriel Rufián para presionarles y es de suponer que preparan una batería de concesiones para tener su voto.
Había un tiempo en que la hemeroteca servía para marcar las líneas rojas. Uno en política no podía cambiar por completo su rumbo sin consecuencias. Pero el nuevo PSOE de Pedro Sánchez no entiende de estas lógicas y su 'Manual de resistencia' se basa exactamente en esto: un ir virando. De pactar con Albert Rivera a llamar a la puerta de Waterloo para seguir en el poder, sería un buen resumen.
Como ya hemos dicho, será muy difícil evitar unas nuevas elecciones en España, pero Pedro Sánchez ya tiene lo que buscaba. Seguirá varios meses más en el poder y el relato ya ha cambiado. El PSOE no es un perdedor y sí que había partido. La repetición electoral se encara con entusiasmo en Ferraz si no se consigue convencer a Carles Puigdemont.
Prepárense para que durante varias semanas Míriam Nogueras sea una demócrata de pies a la cabeza, Carles Puigdemont alguien que merece volver a España y Laura Borràs una política incomprendida. El PSOE olvidará sus críticas a Junts per Catalunya y lo convertirá en una fuerza de progreso que nada tiene que ver con CiU o el bloque de derechas. Empieza la partida.
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