Ada Colau, la otra gran derrotada de las elecciones en Galicia
Después de participar activamente en la campaña de las gallegas, Ada Colau guarda silencio sobre un fracaso electoral que es muy significativo para ella y para Sumar
Aunque sea por el hecho de no estar en el poder, la exalcaldesa Colau vive un momento de popularidad. Las jugadas en el Ayuntamiento de Barcelona continúan y, por otro lado, Sumar no desperdició la oportunidad de usar su perfil tan mediático en Galicia.
Ahora le pilla un poco lejos, pero el resultado gallego no es una buena noticia ni para Colau ni para su futuro. Por el momento, no ha dicho nada sobre el resultado.
Sumar lo intentó con las caras conocidas
Ada Colau se significó mucho por Sumar en las elecciones gallegas. Es una de las caras más reconocibles y mediáticas de España y el partido no desaprovechó la oportunidad de usarla. Más allá de los detalles, lo fundamental de su discurso fue idéntico al del resto de fuerzas del bloque de izquierdas y nacionalismos. Alentar a la participación, sembrar la duda sobre la absoluta del PP, declaraciones épicas y todo regado con plurinacionalidad. O sea, un espacio en el que Sumar - y en particular los Comuns - se sienten muy cómodos:
Al fin y al cabo, los que controlan a Sumar en Cataluña son los Comuns. En las elecciones gallegas, por ejemplo, también pululó el ministro Urtasun. Y lo cierto es que los Comuns han estado atentos a las elecciones gallegas. Han sido una de las tres antesalas - gallegas, europeas y vascas - de las elecciones catalanas. Y ahí sí que tienen mucho que ganar o que perder.
Es decir, las elecciones después de la investidura y la amnistía son la prueba de fuego de la estrategia de bloques sobre la que se apoya el PSOE y Sumar. Por su parte, Colau está en un momento personal - políticamente hablando - que no es fácil. La política exige el mantenimiento del poder y Colau hace tiempo que no lo toca.
Estrategia de bloques: todo o nada
Ella está en el Ayuntamiento, empujando para que salga el tripartito, que es la traducción para Cataluña de la estrategia de bloques. Los que ya huelen la derrota - izquierdas y nacionalismos como ERC - maniobran para aliarse entre sí. No tienen más salida y las próximas elecciones europeas y vascas corroborarán si, efectivamente, no tienen más salida.
Una salida que, además, también es a nivel de cargos. Ada Colau, por ejemplo, necesita que todo esto se haga realidad para poder mantener alguna cuota de poder. Es decir, que la estrategia de bloques está pensada como todo o nada. Algo que se ha demostrado con la estrategia de comunicación del PSOE y de Sumar, que durante la campaña insistieron en que al PP le bastaba perder para perderlo todo.
Lo que ocurre es que esto también puede ser al revés: si la coalición de perdedores no suma, ellos también lo pierden todo. Y eso implica que muchas personas se quedan sin cuota de poder y sin su correspondiente cargo. Galicia ha sido el primer aviso. En Cataluña, habrá que ver cómo se resuelve el Ayuntamiento porque será la antesala de la Generalitat.
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